Se trata de una iniciativa que tiene una intención clara: recordar las ciudades que han sufrido bombardeos en su historia con «bombas contra las bombas», una serie de poesías escritas en marcapáginas que fueron lanzados desde un helicóptero en la céntrica plaza de la capital, el 31 de mayo pasado, en forma de una lluvia que busca «construir» la ciudad y no destruirla. «No son bombas inofensivas», explican desde el colectivo chileno Casagrande, organizador de esta acción artística. No son inofensivas «porque son poemas».

El proyecto no es nuevo: nació en el Palacio de la Moneda, ubicado en la capital. El edificio que alberga la sede presidencial del Gobierno chileno fue alcanzado en 1973 por una serie de cohetes lanzados durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet. Desde entonces, han llevado esta iniciativa a diferentes ciudades que también fueron en su momento objetivo de bombardeos: no ha faltado Guernica, donde el ‘bombardeo de poemas’ tuvo lugar en 2004. También ha pasado por Dubrobnik, Varsovia, Berlín, Londres y Milán.

El año 2001 fue la primera vez que el colectivo chileno Casagrande realizó su “Bombardeo de Poemas” sobre el Palacio de La Moneda y sus alrededores en el centro de la capital. Desde un helicóptero lanzaron una gran cantidad de poemas, impresos en marcadores de libros.

Esto sería una acción simbólica de reparación que consistiría en lanzar poemas sobre sitios emblemáticos de ciudades que han sufrido bombardeos o conservan alguna huella trágica en su historia con la convicción de que acciones como estas contribuyen al necesario rescate y preservación de la memoria histórica de toda la humanidad, siendo al mismo tiempo un ejercicio de sanación y de reconciliación con nuestro pasado reciente.

Así, llegaron hasta Dubrovnik en 2002, Guernica en 2004, Varsovia en 2009, Berlín en 2010, Londres en 2012 y Milán en 2015, agitando a grandes masas de transeúntes sorprendidos por este bombardeo pacifista, e incitándolos a la lectura de jóvenes exponentes de la poesía chilena, así como a los autores de su propio país. Este 31 de mayo pasado fue el turno de España, precisamente de la Plaza Mayor de Madrid.

El acto sirvió tanto para la celebración de los 400 años de la plaza madrileña como para la inauguración del Festival Internacional POETAS 2018. Los textos de cincuenta autores chilenos y cincuenta autores españoles circularán por los aires y aterrizarán, aleatoriamente, en las manos de cientos de personas reunidas en el epicentro de la capital española.

Este proyecto chileno, apoyado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y su Dirección de Asuntos Culturales (DIRAC), ha logrado generar empatía y contención en muchos pueblos que conviven con el trauma de episodios violentos a causa de la acción bélica o el terrorismo.

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