La cantante portuguesa Carminho realizó este miércoles un concierto en el Teatro Nescafé de las Artes, en una de las principales actividades que contempla la cuarta versión del Festival de Fado en Santiago.

Consagrado a ese tradicional género surgido a mediados del siglo XIX en Portugal, el evento también presentará este jueves el debut en Chile del cantautor António Zambujo, quien acaba de estrenar “Madera de deriva”, una colaboración con Mon Laferte.

El festival comenzó este martes con una conferencia y una función de cine en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y continuará hasta el domingo con la exposición “Estar com Paredes”, abierta en el mismo Teatro Nescafé.

“Siempre es muy querido para mí cantar en lugares que no conocen la cultura del fado”, dijo Carminho en conversación con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, aludiendo a su anterior presentación en Santiago, ocurrida hace tres años. “Es un privilegio volver y sentir cómo van a recibir el fado ahora que ya lo escucharon. Probablemente habrá personas que no estuvieron en 2016 y sus amigos les contaron”.

Maria do Carmo de Carvalho Rebelo de Andrade (Lisboa, 1984) regresará a Santiago para presentar su quinto disco, Maria (2018), iniciando una gira que también la llevará a Argentina, Perú, Brasil, Colombia, Ecuador y Panamá.

Según explicó, el título de disco hace referencia no solo a su propio nombre real, sino también al más común que existe en Portugal: “Toda la gente se llama Maria, incluso hay hombres que lo tienen”, señaló. “Continúa siendo el nombre más dado a las niñas que nacen hoy y es un poquito lo que quiero expresar: es sobre una canción tradicional, pero habla de hoy”.

“En este disco recorrí mis memorias, hice un trabajo de regresión a mi pasado. Empecé a cantar fado al mismo tiempo que aprendí a hablar portugués, entonces es algo que está dentro de mí, no puedo decir cuándo empezó. Hice un trabajo de pesquisa, de lo que más me interesaba en el fado, y sin duda es la entrega, como si fuera la última vez -o la primera vez- que estoy cantando”, explicó. “Cada noche es única y nunca hay dos noches de fado iguales”.

En ese sentido, afirmó que su anhelo es que el concierto de este miércoles replique el ambiente que se vive en las tradicionales casas de fado portuguesas: “Las personas escuchan sin amplificación, sin luz eléctrica, con velas, todos están cerca y es muy bello. La intención es crear esa intimidad”, adelantó.

Por otra parte, Carminho habló sobre su relación con el género y la tensión entre tradición y modernidad: “Lo que me interesa es utilizar el fado como instrumento para hablar de hoy”, señaló. “No tengo la intención de cambiarlo. El fado cambia con su tiempo y yo hago mi parte. Seguirá con verdad y contemporaneidad. No estoy reviviendo lo antiguo, estoy viviendo mi historia hoy, con una canción que tiene 200 años”.

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