Varios son los enfoques y variadas las perspectivas que pueden elegirse para referirnos a la cultura. Pero para comenzar, elegí una afirmación de Jean Jacques Rousseau que dice :” La cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos”.
Dicha afirmación, sencilla y directa, nos sirve como disparador para iniciarnos en una búsqueda de conceptos e ideas que nos ayuden a clarificar qué es lo que hoy, en nuestra actual sociedad, entendemos por “cultura”; a qué nos referimos cuando hablamos de “cultura”.-
En este sentido y desde el comienzo me animo a sostener, que estamos ante un concepto absolutamente dinámico y que ha sufrido tantos cambios en sus definiciones, conceptualizaciones, contenidos y descripciones, como cambios y modificaciones ha tenido el hombre tanto en su individualidad como en su dimensión social y comunitaria.


En efecto, si nos remitimos al Siglo XIX, nos encontramos con lo que se ha dado en llamar un concepto “humanista” de la cultura, en tanto y en cuanto se relacionaba la misma con el nivel de conocimientos a los que podía acceder una persona, lo que traía aparejado un reconocimiento social y consecuentemente, marcaba un ascenso en las escalas sociales, denotando además un nivel económico elevado, ya que dichos saberes estaban reservados a la clase alta, única capaz de acceder y pagar ciertos refinados aprendizajes.
Si bien este concepto es considerado hoy, como antiguo o limitado, no puedo dejar de decir que, actualmente al referirnos a una “persona culta” estamos aplicando, en cierto modo, el concepto humanista mencionado, dado que hacemos referencia a alguien con amplios conocimientos, en distintas áreas.
Sin dejar de lado los aportes de la Antropología Cultural, a trevés de autores como E.B.TYLOR, es a mi entender, la Sociología la que nos brindará un concepto de “cultura” más afín con nuestros tiempos.
Desde esa perspectiva, se puede afirmar que la cultura es un modo de vida y marca la pertenencia de un individuo a un determinado contexto, por lo tanto la cultura no es una cosa, sino un marco dentro del cual se producen fenómenos y que corresponden a una comunidad determinada, en un momento determinado.

Por lo tanto, podemos afirmar que la cultura, desde el enfoque sociológico, se aprende, se adquiere socialmente a medida que crecemos y las nociones culturales que incorporamos a través de tradiciones, a través de la educación (en sentido amplio), por el solo hecho de vivir en comunidad, nos van a permitir interpretar aquello que nos rodea y actuar en consecuencia.
Pero también en este enfoque, puede reconocerse una evolución coincidente con los cambios observables en la sociedad a través del transcurso del último siglo.
En este sentido, la cultura, vista y entendida como conjunto de creencias, costumbres, comportamientos, valores, tradiciones, constituía a comienzos del Siglo XX y avanzado el mismo, casi como, lo que jurídicamente se denomina “contrato de adhesión” ya que la persona que nacía y crecía en un determinado grupo social debía adherir a la cultura imperante en ese grupo y momento histórico.

En este sentido podemos citar ejemplos concretos como los relacionados con el matrimonio, institución indiscutible y arraigada en la sociedad, por la que debían pasar inexorablemente todos aquellos que estuvieran en “edad de merecer” ; también podemos referirnos al rol de la mujer educada para un desempeño doméstico “intra muros” sin otras aspiraciones.
El aceptar dichos comportamientos era requisito indispensable para poder pertenecer al grupo social y ser aceptado por el mismo.
Hoy por hoy, sabemos que los patrones culturales son otros ; ya no hablamos de rigurosos esquemas sino de una red o entramado dentro del cual el individuo encuentra significado y sentido a sus comportamientos.

Esto permitiría, en mi opinión, incluir dentro de la cultura no solo tradiciones, costumbres, creencias y valores sino también todo aquello que sea creación de un individuo que, perteneciendo a un grupo determinado, tenga significación y sentido para alguno o algunos de ese grupo social, sin que necesaria y obligatoriamente tenga significado para TODO el grupo.
Esto es lo que le da a la cultura un nivel de dinamismo y facilitando también el intercambio con otros grupos sociales, incorporando, modificando o rechazando otros rasgos culturales, pero sin lugar a dudas, enriqueciendo el espacio cultural actual.

Referencias:
(1) Edward Burnett Tylor (1871-1917) Primer titular de la cátedra de Antropología de la Universidad de Oxford, recibiendo de la misma un Doctorado honorífico en leyes

 

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