La artista chilena y su obra "Sección Áurea.
¿Cómo fue su experiencia en la muestra “A río revuelto” en que participó en La Habana?
  • Mis expectativas no eran muy altas, lo que fue muy bueno porque descubrí el tremendo acerbo cultural que tiene Cuba, su historia que fui recogiendo de muchas personas que me contaban sus experiencias.
La galería Artesano, donde fue la Exposición, es una galería privada emergente, muy bien equipada con excelente iluminación y muros blancos. El montaje tuvo algunos problemas logísticos pero se fueron solucionando sobre la marcha. Era urgente dejar todo listo para el dia siguiente que se inauguraba.
¿Cómo fue recibida su obra en particular? ¿Qué opinaron los cubanos de su trabajo “Sección     Áurea?
  • Fue muy bien recibida, por los colegas artistas cubanos y sobre todo por Yanet Oviedo, que pertenece al grupo de curadores de la Bienal de La Habana. Al ver la obra me ofreció dejarla en su galería de arte para ser promocionada por Studio 109.
Don Oscar Fagette, gran gestor cultural y muy querido en la Habana por su gran calidad humana, al observar por primera vez “Sección Áurea”, fue muy claro en su apreciación positiva al decirme que era una obra mágica y excelente trabajo.
En el Taller con Nelson Domínguez.
¿Qué impresión se trajo de los artistas cubanos? ¿Qué fue lo que más le impresionó?
  • Tuvimos la suerte de ser invitados al taller de Nelson Domínguez, excelente artista cubano muy reconocido en su país y también internacionalmente. Además conocimos a grabadores de excelencia
El que más me impactó fue Luis Lara Calaña, quien es director del Taller de Gráfica que está en la plaza de la Catedral; su obra es magistral.
Otros artistas destacados que tuvimos encuentros fueron el escultor Alejandro Sautié, genial; Lázaro Navarrete, Alejandra y Manuel Lugo y Luis Lamothe, grandes artistas cubanos que conocí personalmente. Son excelentes personas, saben de su valor como artistas, pero desde la humildad, hacen cultura.
¿Cuál fue el momento que destacaría de su visita a La Habana?
  • Hubo tres. Uno divertido, uno histórico y uno arquitectónico.
El divertido fue que al volvernos al hotel después de la inauguración llegamos absolutamente empapados por el agua que caía, y casi no había movilización, por lo que tuvimos que caminar por las calles donde brillaban los edificios patrimoniales iluminados. Algo inolvidable…
El momento histórico fue la celebración del 500 aniversario de la fundación de La Habana, mirando los fuegos artificiales en la Bahía.
Y el arquitectónico fue el recorrido que hicimos con don Oscar Fagette por las calles de La Habana Vieja, contándome la historia de algunos edificios maravillosos.
María Eugenia con Teresa.
Después de su experiencia en Cuba y su trabajo, qué es lo que se viene? ¿Cuáles son sus próximas actividades?
  • Se gestaron varios proyectos, relacionados con artistas cubanos y chilenos, que estamos organizando bajo el alero de la galeria Fondo y Forma y su directora Soledad Neira.
 
“Sólo decir que estoy muy contenta y agradecida”, cuenta de su paso por La Habana. Feliz. Su rostro la delata siempre.

 

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