La jornada, que se realizó en la casona del Colegio Metropolitano de Profesores -de Catedral con Bulnes- tuvo un marco de gran presencia de sus compañeros y compañeras de ruta en lo que fueron los logros y luchas de Silvia Muñoz Accardi en sus 61 años de vida.
En las palabras iniciales se señalaron los propósitos de la Corporación: “Hoy queremos contarles nuestro sueño, que era el sueño de Silvia: transformar nuestra sociedad a través de la educación y el arte. Y para esto, nos hemos reunido, un grupo conformado por la familia, amigas, amigos, compañeras y compañeros de Silvia, más un importante grupo de personas que ha querido colaborar, para dar marcha a este propósito”
“La idea de hoy es que nos reconectemos con todo aquello que formaba parte del mundo de Silvia, que evoquemos su sentido de solidaridad y compromiso social; su consecuencia política, su sensibilidad artística y su conexión con la espiritualidad”.
La Corporación está formada por diez personas vinculadas al campo educativo y al ámbito artístico y su directorio lo componen Silvia Andreu como presidenta, hija de Silvia Muñoz. Silvia Andreu es psicóloga, profesora de música y musicoterapeuta, dedicada al campo educativo.
También conforma el directorio Pedro Gálvez Sarabia, quien es su secretario y que cumplió ese mismo rol en todos los años que Silvia ejerció como dirigenta en el directorio regional metropolitano. Además, es integrante del directorio Silvia Valdivia, responsable de la tesorería, mismo rol que cumpliera en el directorio metropolitano. El equipo completo está conformado por Ramón Andreu, viudo de Silvia; nuestra querida la profesora Elena Salgado actual compañera de Ramón; Andrea Andreu, su hija; Héctor Morales, su amigo y compadre; José Joaquín Pérez, amigo y compañero de militancia; Marisol Díaz, amiga de Silvia, y Marjorie Martínez, querida amiga de la familia.
Los principios de la Corporación Silvia Muñoz Accardi
En la declaración de principios de la corporación, sus organizadores señalaron: “Inspiradas e inspirados en las ideas de Silvia, nuestra Corporación busca generar transformaciones culturales. Busca la construcción de una sociedad basada en la justicia social y la dignidad de todas y todos. Busca modificar nuestra forma de mirarnos y de mirar al entorno. Busca fortalecer nuestro pensamiento crítico sobre lo que somos y la sociedad que construimos”. “Busca que la educación en Chile fomente ese espíritu crítico y también el desarrollo creativo de sus comunidades escolares. Busca que la reivindicación feminista se concrete en nuestros vínculos. Que las culturas locales y el intercambio cultural entre comunidades constituyan una gran red en las que todas y todos sintamos un apoyo mutuo y desarrollemos un trabajo colaborativo y solidario que nos permita tanto valorar nuestras raíces y tradiciones, como potenciar las transformaciones en función de las necesidades de cada comunidad”.
“Nuestras líneas de trabajo serán cuatro. Primero, el eje educativo mediante la generación de espacios de trabajo colaborativo en comunidades educativas tanto formales como no formales para aportar al pensamiento crítico y la formación ciudadana.
“Además, como segundo eje consideramos que el arte es una herramienta simbólica que nos permite la expresión de lo nuestro, así como también nos desafía al cambio porque coloca las experiencias desde otra perspectiva. En esta línea, ponemos en valor la cultura tradicional como dimensión humana que fortalece las identidades y memorias comunitarias. Por esto, nos parece fundamental trabajar también desde el arte como herramienta transformadora”.
“Como tercer eje, nos situamos desde la idea del buen vivir, entendida como la dignidad y el bienestar humano. Para esto, de acuerdo a nuestras competencias y conocimientos, trabajaremos desde la mirada complementaria e integrativa del bienestar. Por último, la sistematización de nuestras experiencias de trabajonos permitirán generar conocimiento y aprendizaje nuevo que nos ayude a orientar nuestra forma de pensar y de convivir”.
¿Quién es Silvia Muñoz Accardi?
Silvia nace un 7 de noviembre de 1948 en Punta Arenas, ciudad donde se conocieron su madre Amanda y padre Manuel, quienes eran de origen chilote. De parte de su abuelo materno, inmigrante italiano de Sicilia, Silvia toma doble nacionalidad como chilena e italiana.
Realiza su enseñanza básica en la Escuela Fiscal 18 de Septiembre y comienza su enseñanza media en el liceo de niñas de la ciudad. A sus 16 años, la familia se traslada a Santiago, ciudad donde Silvia concluye su enseñanza media en el liceo 11, actual Liceo Confederación Suiza, donde comienza a dar sus primeros pasos en la política como dirigenta del Centro de Estudiantes.
En 1970 ingresa a la Universidad de Chile a estudiar Pedagogía en Inglés en la ciudad de Iquique. Al mismo tiempo, ingresa a las filas de las Juventudes Comunistas. En este mismo período, a través de un dirigente de los trabajadores de la ENAP amigo de la familia, conoce al entonces candidato a la presidencia, compañero Salvador Allende, quien la ayuda a trasladar sus estudios universitarios a Santiago y quien resulta ser muy inspirador para ella.
En 1971, de regreso en Santiago, ingresa a la siempre añorada Escuela Normal José Abelardo Núñez a estudiar Pedagogía en Educación General Básica con Mención en Matemática. Estos fueron años de gran formación valórica y de compromiso social con el gobierno popular.
En este inicio de los años 70, Silvia conoce al joven químico Ramón Andreu, al integrarse como bailarina al grupo Rauquén, prestigiosa agrupación dedicada a la cultura tradicional chilena y particularmente pionera en las expresiones culturales decimonónicas. En 1975 se casan, en 1976 nace la primera hija, Silvia Alejandra y, en 1980, su segunda hija, Andrea Paz.
En este mismo período, Silvia comienza a ejercer la docencia en escuelas de sector público y, posteriormente, realiza perfeccionamientos en Administración Educacional, Diseño y Evaluación de Proyectos Educativos, Evaluación y Currículum, Orientación Educacional, entre otros.
En 1980 pasa a las filas del Partido Comunista y se inicia como dirigenta en el área del folklore, siendo fundadora de la Asociación Metropolitana del Folklore de Chile, AMFOLCHI, junto a Lucy Casanova. Comparte con destacadas maestras como Margot Loyola, Gabriela Pizarro, Raquel Barros y maestros como Osvaldo Cádiz. Un año antes, con su esposo Ramón, funda la Agrupación del Folklore Raíces.
Su sensibilidad social por el quehacer del magisterio la impulsa, desde 1990 a trabajar en el Consejo Gremial de su colegio y, cinco años después, es elegida Secretaria General del Directorio Comunal de Estación Central del Colegio de Profesores. El año 2001 es electa dirigenta del Colegio de Profesores Metropolitano, encargándose de los Departamentos de Bienestar y de Cultura. En cultura, crea nuevos espacios para la difusión del quehacer artístico de las maestras y maestros: los viernes culturales, realizados en este mismo lugar, reactiva la Feria de todas las Artes del Magisterio y crea la editorial KIM (cuyo significado es “saber”) con la que editó dos libros de poesías premiadas en dos Concursos Literarios de la Sociedad de Escritores de Chile. Su emergente sensibilidad por las letras la vuelca a escribir sus vivencias que fueron publicadas en internet bajo el seudónimo “La cigarra”.
En sus 61 años de vida, celebra más de tres décadas de matrimonio junto a su esposo e hijas, y después de una larga enfermedad, fallece de cáncer el 8 de agosto de 2010, siendo despedida por todos los mundos de su mundo. En numerosos homenajes póstumos se la recuerda como una mujer sencilla, solidaria y comprometida con la lucha del magisterio y en la búsqueda de un mundo justo y digno para todas y todos.
Imágenes de Marisa Niño.
