«Realizar un festival con música basada en las tres vertientes: la vertiente de los pueblos originarios, la vertiente europea y la vertiente africana, es volver a nuestros orígenes, es volver a lo que hemos sido, a lo que somos y a lo que seremos. De la mezcla de todas estas expresiones ha surgido el gran río de la música de la tradición oral que identifica a los pueblos, a los pueblos de América, de esta América morena, de esta América indígena y de esta América europea.
Este encuentro, como el que se va a realizar, es fundamental para que así las nuevas generaciones, los músicos de hoy, puedan recibir las savias de los músicos antiguos, aquellos que se han preocupado del rescate de esas manifestaciones y de esas expresiones. De tal manera que, vaya mi saludo para cada uno de los participantes de este Festival y que no me cabe de la menor duda será de un gran éxito. Para ellos que el viento, que el agua, que la gran Pacha los reciba y los acune, y que su música brote con verdad y con los pies bien puestos sobre la tierra.
Dicen que la música es el alma del alma y que quienes la ejecutan han sido tocados por la fuerza de la tierra. Ha sido el agua que ha aportado estas notas y que ha sido el cóndor que la entrega a los pastores, a los músicos de los Andes. Los Andes, columna vertebral de los cantos ancestrales, desde Venezuela hasta el Sur, hundiéndose en el Sur del Sur.
¡Bienvenidos músicos de América en los orígenes de su cantar y de su decir! «
