“Estoy muy contento, muy honrado porque el jurado me haya premiado con esta distinción”, manifestó Zurita.
El jurado del premio, valoró en la etapa de madurez de Raúl Zurita una estética “marcada por el exceso y un afán de totalidad que se tensiona con el rigor de su escritura, así como el trabajo de una memoria del dolor individual que su poesía universaliza”.
El escritor y crítico literario chileno, Pedro Gandolfo, comentó al respecto: «Nos impactó que Zurita ha sido capaz de pasar de una literatura muy personal a un mundo que se va abriendo, y pasa a ser una figura importante de nuestro país y de nuestra cultura en México, la India o España, y ese es un caso poco frecuente en la actualidad”,
El premio consiste en una medalla, un diploma y 50 mil dólares entregados por el Banco Santander, que es auspiciador del certamen.
Raúl Zurita, de 67 años, ganador en Chile del Premio Nacional de Literatura 2000 y del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2016, aportó según el jurado un lenguaje poético “original” con “Purgatorio” (1979) y “Anteparaíso” (1982), y cerró el círculo en los noventa con “La vida nueva” (1994), que se ha visto renovado en libros como “INRI” (2003) y especialmente en “Zurita” (2011).
Zurita dedica a los jóvenes escritores, el galardón: «a los jóvenes escritores y escritoras, porque este no es el mejor tiempo para los poetas, nunca lo ha sido, pero este tampoco lo es, y se necesitan poetas y alma»
Respecto a la función del arte en la vida, al universalizarse, reflexiona Zurita: “La vida entonces, puede y quizás debe ser llevada a un plano trascendente que es transformarla en algo colectivo (he ahí su épica) y para ello será necesaria transformarla antes en una obra de arte”. Raúl Zurita
