La convocatoria del Primer Encuentro Internacional estuvo signada por el talento, la creatividad y la lectura de obras de los participantes. Cada conversatorio fue una fiesta de y a la belleza artística, de la sorpresa y de la pericia para “dar en blanco” en pocas palabras y con muchas imágenes. Con finales abiertos y con finales cerrados, con creadores de acuerdo y con creadoras críticas.

En la primera jornada, que se realizó el pasado viernes 18 y el sábado 19 de agosto, participaron Esther Andradi (Argentina), Ildiko Nassr (Argentina), Sandra Bianchi (Argentina), Pía Barros; Lorena Díaz, Eduardo Contreras, Max Valdés, Verónica Silva, Fernanda Cavada; Lilian Elphick, Carlos Iturra, Camilo Montecinos, Gabriela Aguilera, Patricia Nasello; Roberto Araya, Sonia Cienfuegos, Luis Tamayo, Julio Henríquez Munita, Patricia Rivas; Javier Perucho (México), Dina Grijalva (México), Rony Vásquez (Perú), Solange Rodríguez (Ecuador); Claudia Cortalezzi (Argentina), Laura Nicastro (Argentina), María Cristina Ramos (Argentina); Leandro Hidalgo (Argentina), Martín Gardella (Argentina) y Eduardo Gotthelf (Argentina).

La Ceremonia de Apertura estuvo a cargo de Diego Muñoz Valenzuela, presidente de Letras de Chile con palabras de bienvenida, donde se realizó un homenaje a Juan Armando Epple y Pedro Guillermo Jara, destacados cultores de este emergente género literario.

Los conversatorios, los debates y mesas de lecturas estuvieron marcadas por un cálido ambiente de la fraternidad. Entre los temas abordados estuvieron “La Minificción negra chilena”, “La Minificción fantástica chilena”, “La tensión y la frontera en el género brevísimo”, “La minificción en nuestro continente” y “La minificción en Argentina”.

En la conducción de los distintos segmentos del encuentro destacaron académicas chilenas como María Eugenia Góngora y Josefina Muñoz Valenzuela; escritores y académicos como Fernando Moreno Turner, Julio Henríquez, Eduardo Contreras y del propio Diego Muñoz Valenzuela, presidente de Letras de Chile.

El encuentro se caracterizó por voces distintas que no necesitaron de pasaportes para expresar sus domicilios en la minificción. Fue una fiesta de ideas y encuentros, un disfrute para las audiencias que llenaron de consultas el Facebook Live de Letras de Chile. Auditores gozosos de escuchar las obras directamente de las voces de sus autoras y autores. En la primera jornada contó con miles de asistentes en línea.

La cita literaria entregó excelsos momentos de la teoría de la minificción, aunque los argumentos nunca negaron sus conexiones con la novela, la poesía y el cuento.

Fueron sesiones donde todos los caminos llegaban al país de la minificción, donde los participantes mostraron sus dotes del oficio de escribir. Sus calles recorridas siempre llegaban a las estaciones del relato breve.

Se habló de los vasos comunicantes y de los lugares comunes; de la recuperación de las memorias; de la violencia a las mujeres, de la ecología y del rescate de los pueblos originarios. Cada escritora, cada escritor, cruzaba las fronteras de la realidad y de la fantasía sin problemas. Se declararon como una cofradía de fraternidad.

Se preguntaban entre ellos y se interpelaban en un ambiente de correspondencia. Siempre hubo respuestas breves y maravillosas, inesperadas. Muchos reconocieron que décadas atrás comenzaron a escribir microcuentos sin saber siquiera que estaban escribiendo microcuentos.

Hubo reconocimientos a Borges, a Oscar Wilde, a Virginia Vidal, entre muchos precursores de la Minificción.

Contaron acerca de los principios del género en la poesía y otros descubrieron su hacer en el relato fractal que proviene de los primeros escritores, de las primeras escritoras. Hubo acuerdo en el desacuerdo. Sin vergüenza muchos reconocieron que era un género literario adictivo. Otros defendieron su carácter democrático y de la oportunidad que hoy tiene en el mundo digital de las redes y el metaverso.

Se enamoraron del encuentro de las soledades del escritor y de los lectores. Se rieron del humor blanco y del humor negro. Aunque fueran en pocas palabras, los relatos de la minificción siempre habitaron con muchos personajes. Reyes, príncipes, obreros, tiranos y revolucionarios. “La tierra se va al carajo, nadie es profeta en su tierra”, señalaba un diestro escritor. El mismo que reivindicaba que “como la tinta estaba fresca, escribía en punta de pies”.

El encuentro se convirtió en una nueva vuelta de tuerca de este género emergente, que encontró nuevas miradas; donde no hubo límites de la disputa del individualismo con lo colectivo. Para los panelistas fue una expresión libertaria de la creación, de un país sin límites; donde las escritoras y escritores se declararon esencialmente desobedientes en concebir sus relatos.

Muchos declararon su disconformidad de poner límites en su extensión. Más de alguien señaló que “el tamaño no importa”, porque la brevedad se une con la síntesis y se aviene con las Redes Sociales.

La jornada de cierre del Primer Encuentro Internacional de la Minificción On Line se realizará este viernes 25 y sábado 26 de agosto.

Para mayores informaciones: www.letrasdechile.cl.

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