“Son prácticas y saberes artesanales que corren el riesgo de desaparecer, ya sea por la ausencia de aprendices, como también por la falta de encargos comerciales”. Para relevar la labor de estos maestros nació el proyecto Ebanistería en Santiago: Memorias y Archivos de Artesanos de la Madera, una investigación que rescata su trabajo a través de distintas plataformas: un sitio web y documentales.
Son cinco los maestros a quienes se puede conocer en ebanisteriaensantiago.cl, donde se encuentran fotos, información y datos de contacto de quienes se dedican a distintos oficios relacionados con la ebanistería, como la mueblería, la talla, la marquetería, el enjuncado y el barniz.
Se trata de Alejandro Meza, maestro mueblista; Demóstenes Astorga, tallador; Manuel Becerra, enjuncador; Hugo y Héctor Araneda, marqueteros; y Alfonso Valdés, barnizador.
Todos son cultores que cuentan en primera persona sus procesos formativos, los que se iniciaron como aprendices a muy temprana edad, para después continuar con la tradición artesanal que les fue transmitida de forma oral y práctica.
Además, se hizo un registro audiovisual de los talleres donde operan estos maestros, para contar acerca de las técnicas con que desarrollan su labor.
Asimismo, en los cinco microdocumentales se aprecian las máquinas y herramientas de uso (muchas de ellas de fabricación propia), plantillas de diseños y paletas de colores, entre otros elementos.
“El proyecto busca rescatar las memorias de un grupo de artesanos de Santiago cuyos oficios corren el riesgo de desaparecer, no solo por la falta de encargos, producto de los cambios en los hábitos de consumo del mueble en el Chile actual, sino también por la falta de continuadores que releven a estos maestros en la conducción de sus talleres”, señaló Michel Meza, el historiador a cargo del proyecto, junto con el también historiador Tomás Catepillán y el audiovisualista Eduardo Cabello.
“Esto último, sin duda, está relacionado con la poca valoración que se le da en el mundo contemporáneo a los trabajos artesanales, a sus lógicas de producción, y al tipo de conocimiento que éstos implican”, añadió.
El proyecto cuenta con recursos del Fondart Regional, modalidad Patrimonio Cultural 2019.
