El 18 de octubre marcó un antes y un después para el país: si, por un lado, la ciudadanía se remeció respecto de distintas demandas sociales, por otro, el arte respondió con afiches, intervenciones, serigrafías, videos e ilustraciones, entre otros. El resultado fue cuantioso.

Por ello, tanto la Biblioteca Nacional de Chile como el Museo de Arte Popular Americano Tomás Lago (MAPA) iniciaron, de forma paralela, un proceso de salvaguarda. Eso, con el fin de generar un archivo capaz de evidenciar los diversos hitos de la manifestación registrada en el país durante las últimas semanas.

Así, por ejemplo, la Biblioteca Nacional, a través del Archivo de Láminas y Estampas, recibió donaciones de colectivos como Taller Libre, Somos Guiña, Cabildo Rosal Organizado, Serigrafía Instantánea y Álvaro Arteaga. En estas colecciones se hicieron visibles mensajes como “Sigamos unidos en esto” o “Por todos los compañeros”.

Mientras, por otra parte, desde el Archivo Literatura Oral y Tradiciones Populares, el Archivo Fotográfico y el Archivo de la Música, llamaron a la ciudadanía a continuar enviando registros. El llamado finaliza a mediados de enero.

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Donación Archivo de Láminas y Estampas. Fuente: Biblioteca Nacional de Chile.

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Donación Archivo de Láminas y Estampas. Fuente: Biblioteca Nacional de Chile.

“La Biblioteca Nacional tiene como misión recopilar, preservar y poner a disposición de la difusión diferentes soportes, que tienen que ver con la memoria de la comunidad, con el patrimonio de Chile”, sostuvo Carlos Maillet,  del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

“Esta es una manera de que en el futuro estén disponibles las intervenciones y trabajos para una evaluación crítica del patrimonio y de nuestra sociedad con un punto de vista de la antropología y la arqueología de este momento. La construcción del patrimonio futuro tiene que apuntar a hacer convivir toda nuestra historia. No podemos ser excluyentes”, agregó.

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Del mismo modo, el MAPA anunció la campaña “Patrimonio en Marcha”, invitación que concluiría a mediados de enero de 2020. Este llamado está abierto a toda la comunidad y tiene por objetivo acoger piezas objetuales, gráficas o audiovisuales.

“La ciudad está plasmada de una visualidad muy potente. Hay un renacer de obras gráficas que se instalan en el espacio púbico. Después está toda una objetualidad que ha ido desapareciendo y que en un principio tenían que ver con ollas y cucharas. Después está la corporalidad: aparecen las antiparras, las capuchas que ya no son las capuchas clásicas, sino que son creativas, coloridas”, dijo Nury González, directora del MAPA.

“Esta es una convocatoria muy abierta, porque creemos que este es un momento muy fundamental, en el que hay un cambio muy rotundo en relación a cómo se vive la ciudad y todo el aspecto creativo. Está apareciendo una sensibilidad que muchas veces fue dejado de lado que tiene que ver con la gráfica popular”, comentó.

Estas no son las únicas iniciativas que han surgido para poner en valor las obras ligadas a la manifestación. Así, también destaca el Museo de la Dignidad, cuyo trabajo se enfoca en el enmarque de obras creadas a lo largo del sector de Plaza Baquedano.

Imagen principal: Donación Archivo de Láminas y Estampas. Fuente: Biblioteca Nacional de Chile.

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