La ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, señaló: “Este es un galardón que busca reconocer y destacar a aquellas personas que siguiendo el legado de Margot Loyola han trabajado en la recuperación, difusión y enriquecimiento de la cultura tradicional y el patrimonio inmaterial de Chile. Este premio representa una de las tantas iniciativas con que el Estado y el Ministerio de las Culturas reafirman su compromiso con la preservación, valoración y difusión de lo que conforman las diversas manifestaciones culturales y patrimoniales presentes en Chile”.

“No vengo solo, vengo con mis recuerdos, con mi devoción cultural”

El Maestro Ramón Andreu, reconocido como miembro destacado por la Unesco fue merecedor del Premio a la Trayectoria en Investigación y Difusión por su larga actividad en la Cultura Tradicional chilena, especialmente, en el movimiento de las Estudiantinas y por la creación del sello “Raíces”.

En la oportunidad, Andreu señaló:

«Quiero agradecer a Margot Loyola Palacios, maestra y amiga, por convocarnos una vez más en torno de los saberes populares y de su sabio y valeroso legado.

Vengo de una familia de emigrantes catalanes que a principio del 1900 llegaron a trabajar de obreros en la construcción de los ductos del alcantarillado de la Alameda. Mi madre nace de vientre español en Chile, y yo del suyo en el noble Barrio Matadero, de manos de una partera local. La familia me hereda su nacionalidad catalana y republicana…….Mis respetos para todos quienes hoy son mis hermanos emigrantes que hicieron y seguirán contribuyendo a hacer más grandes estas tierras de esperanzas.

No vengo solo, vengo con mis recuerdos, con mi devoción cultural, con mis esperanzas, con sinceros agradecimientos…vengo con mis maestras…con mi familia…con mis compañeros de rutas y sueños…con mis hermanos rondadores del cantar estudiantil, con los devotos promeseros de los saberes populares.

Sí, vengo con todos ellos, porque todos ellos son los verdaderos co-autores de este autor.

Soy, como todos, un sujeto social. Un sujeto que es fruto de las comunidades en las que se ha desarrollado, en el núcleo germinal de la familia, en la ronda enamorada y en los brotes de las comunidades del saber popular…. Ya hace 57 años que alguien puso en mis manos una guitarra y el saber popular en el corazón. ¡Gracias!

Pero también soy, como todos, sujeto histórico capaz de desbrozar la hierba para construir sendas como las que abren estas verdaderas Escuelas de Vida de saberes y sentires, que hoy reconocemos sembradas en este continente humano. ¡Gracias!

Abrimos los ojos de la conciencia, cuando surgían los esfuerzos recién nacidos, de la proyección folklórica, sin visualizar que esto sería un instrumento valioso del desarrollo humano, como hoy lo vivimos, y que no merece olvido.

De este alambique del tiempo se fueron destilando los rasgos esenciales de mis plurales esfuerzos en la investigación, docencia y difusión.

Finalizar agradeciendo, a mis maestras y maestros de vida: Margot Loyola, Ercilia Moreno, Raquel Barros, Gabriela Pizarro, Fernando García, Adolfo Gutiérrez, Cecilia Astudillo, Sixto Cortes, Miguel Abascal, Rafael Asencio, Luis Zafra, Claudio Godoy … a mi hermano Juan Pablo López, figura señera, por una pronta recuperación… Mi agradecimiento a la Corporación Cultural de Talagante, tierra natal de la proyección folklórica.

Este premio será un aporte efectivo a la naciente “Corporación: Educación para el desarrollo Humano”, que continuará el legado fundamental de la profesora Silvia Muñoz Accardi…

…y también agradecer a mi compañera y a mis hijas que siguen siendo mis maestras.

¡Gracias por esta caricia a un alma cansada!»

Tras analizar casi 40 postulaciones, llegadas desde 11 regiones del país, el jurado decidió entregar el premio a Gabriela García Ramírez, cultora perteneciente a la comunidad de la Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, de la región de Ñuble, práctica incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile y que Chile postula a la Lista para Medidas de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

Se tomó en cuenta su destacada trayectoria como mujer creadora que ha dedicado toda su vida al estudio y difusión de la alfarería negra de su territorio, destacando su dedicada labor en la investigación de las formas tradicionales y en la recuperación de figuras y técnicas ancestrales. Su acervo cultural le ha sido heredado por su familia, el cual hoy lo mantiene vigente con un alto respeto estético y funcional en sus obras.

También, resultó ganador por su destacada trayectoria interdisciplinaria a Patricio Barrios Alday, de la Región de Arica y Parinacota. Se tomó en cuenta su sólida labor de estudio, desde un enfoque antropológico, en el folklore y su desempeño como Fundador y Director General del Conjunto de Proyección Folklórica Intín Wawanakapa. Además, ha difundido sus saberes culturales en innumerables libros y publicaciones.

Finalmente, recibió el Premio Margot Loyola el investigador Ramón Andreu Ricart, por su vasta labor y trayectoria de más de 50 años como estudioso, intérprete y difusor de la cultura tradicional y popular de Chile, con reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional en las líneas de trabajo de investigación y formación. Se tomó en cuenta su labor como cofundador de diversas organizaciones de relevancia cultural que han aportado a la investigación y difusión del folklore en Chile. Asimismo, su aporte en la creación del Sello discográfico Raíces que registró parte del movimiento de los artistas populares e intelectuales de década de los años 1980.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here