El presidente de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, Pedro Montt Dubournais y Ramón Andreu Ricart.

Vigencia de las Estudiantinas en la Historia Musical Chilena

Con escasa inspiración, y mucha transpiración, unos diez lustros de investigación han germinado, engavillados, en las páginas del libro titulado Estudiantinas Chilenas y que tan generosamente apoyó  el Ministerio de Educación de Chile y el de Cultura de España.

Estudiantinas Chilenas, Origen, desarrollo y vigencia

Dicha investigación contribuyó con eslabones perdidos en el proceso de transculturación hispanoamericano, y consecuentemente chileno, de este particular género del cantar estudiantil, testimoniando un claro proceso de sincretismo cultural, que, a la fecha de los inicios del estudio, para nosotros, eran tan desconocidos y cuyos sorprendentes hallazgos permitieron constatar su significativa y vital vigencia.

En el desarrollo de este proceso podemos identificar tres grandes momentos, que será nuestro itinerario en este viaje por el tiempo:

1.- Las Estudiantinas brotan silvestres en España en los carnavales de fines del siglo XIX.

Con el nacimiento de las primeras universidades en la Baja Edad Media española surge el personaje popular del “escolar” y consecuentemente su cantar estudiantil que durantes 8 siglos ha vivido un dinámico proceso evolutivo el cual ha ido acrisolando un particular quehacer estudiantil, fraterno, picaresco, mendicante, lúdico-amatorio y, por supuesto, cancionero, aportándole primeramente una identidad propia a estos “juglares escolares”  y a partir de mediados del 1800  las surgentes agrupaciones carnavalescas fueron recibiendo la denominación de  Estudiantinas, desde1840,  y posteriormente Tunas desde 1870.

2.- Transculturación sincrética hispano amerindia, por la Estudiantina Fígaro.

Sin descartar posibles agentes anteriores de transferencia cultural del cantar estudiantil hacia América, a finales de los años de 1800 podemos identificar un claro proceso que llega en las alforjas de la viajera Estudiantina Española Fígaro, fundada en Madrid hacia 1878 por el músico-compositor Dionisio Granados, cuya vocación andariega, la llevó a sembrar con su talentoso sonido orquestal de bandurrias buena parte del continente europeo y americano.

3.- La semilla germina también en Chile:

Además de otros países de América, la semilla es acogida generosamente por la aristocracia chilena del siglo XIX que prontamente reproducirá la estudiantina española con un afán imitativo, la cual, posteriormente será transformada por otros sectores sociales, en el marco de la “cuestión social”.

Se observan dos Períodos de Vigencia, uno Histórico (1884-1955), con las etapas de Introducción, Adopción y Adaptación y otro Período Contemporáneo (desde 1960 en adelante).

En España, antes de la Fígaro, se sabe de una numerosa agrupación denominada Estudiantina Española que viaja a los carnavales en París, de 1878, integrada por 60 jóvenes de “familias acomodadas”.

El antiguo traje escolar de loba (sotana), manteo y bonete, hacia 1835 ha perdido vigencia, por lo que estrenan un nuevo traje diseñado por el sastre del Teatro Real de Madrid Sr. Lorenzo París, el que se usa y conocemos en la actualidad.

 

¿Quién era la Estudiantina Española Fígaro?

La Fígaro fue la que se atrevió a saltar el charco oceánico con destino a América, dejando atrás su exitosa presencia viajera por Europa, donde ya se había presentado en las principales ciudades de España (232), Portugal, Francia (35), Italia, Austria (134), Bélgica, Inglaterra, Holanda, señalando entre sus favoritas las 10 funciones privadas en el palacio del Zar de Rusia y de otras tantas en los salones del Príncipe de Gales, en los cuales había recibido el beneplácito de la nobleza.

Fundada por el guitarrista Dionisio Granados en 1878, era reconocida como “orquesta de bandurria” con sus 4 guitarras, 7 bandurrias, 1 violín y 1 violonchelo.

En Viena su vals “El Turia” había agotado sus primeras ediciones pentagramadas, transformándose en un “super venta”, según el lenguaje de las comunicaciones actuales.

LLEGADA A AMÉRICA

Con esta trayectoria la Estudiantina Española Fígaro emprendió rumbo a América con la acostumbrada escala en la isla de Cuba.

Le sigue la huella itinerante a la Zarzuela, llegada a América tres décadas antes. 

Por aquellos años, para las compañías artísticas hispanas en gira hacia América, la Habana era un paso obligado, pues en ella solían concentrar los implementos necesarios para realizar sus viajes en vapores transoceánicos desprovistos de gran equipaje escénico.

El concierto de la Fígaro en el importante Teatro Tacón de La Habana, le hace recordar a un cronista a las:

caravanas de escolares que, en la época de las vacaciones, salían a recorrer los pueblos de España… (con su) tradicional sombrero, cruzada la cuchara i el tenedor de palo, el calzón corto, la chupa[1], la media negra, raída la capa, llevando la alegría”, …aunque “no van por las calles i plazas (como los antiguos), si no que se encierran en un teatro i en él esperan al público, que acude porque los conciertos que ofrecen estos artistas son notables”.

Interesante referencia a las antiguas agrupaciones, así como a las emergentes Estudiantinas decimonónicas, según veremos más adelante.

Mientras ella continúa viaje al continente americano, la prensa destaca que la Fígaro realizó 144 presentaciones en la isla.

A su exitoso paso por Nueva York un grupo de obreros italianos organizaron una imitación, bajo la dirección de un destacado violinista, adoptando los trajes e incluso el nombre de los ejecutantes españoles. En Estados Unidos de Norteamérica habría realizado 574 presentaciones. Luego otras en Puerto Rico.

Estudiosos registran su paso por México. El licenciado Luis Ramírez informa presentaciones de la Fígaro en el Teatro Abreu, de Ciudad de México, el 5 de diciembre de 1882 y un concierto en Tabasco, en1885. Eduardo Hernández, de La Salle, indica su presencia en Veracruz y Ciudad de México hacia 1881-2. En total habrían sido 133 presentaciones en México. ¡Notable la cantidad de presentaciones informadas por la Fígaro!

Continúan presentaciones en América. Su paso por Caracas, el 22 de mayo de 1886, motiva la formación, en 1887, de la primera estudiantina venezolana, bajo la denominación de: Estudiantina Fígaro, según informa el investigador de la Universidad Central, Eleazar Torres.

Van dejando una estela fundacional de agrupaciones de carácter imitativo en algunos países como: Guatemala (Estudiantina Quetzaltenango, 1890); El Salvador, Costa Rica, Nicaragua (Estudiantina Managüense); Venezuela, (Estudiantina Fígaro 1887); Ecuador, Perú (Estudiantina Lima 1886), en Argentina.

Período de vigencia histórica

Su primera llegada a Chile fue en octubre de 1884 articulando las etapa de:

  • Introducción, con la llegada de La Fígaro entre 1884-1886
  • Adopción, de carácter imitativo por parte de la aristocracia (Estudiantina Porteña 1888) y…
  • Adaptación, de carácter popular, cotidiano y masivo (Estudiantina La Aurora de ambos sexos, vinculada a la Sociedad de Socorros Mutuos de los tipógrafos, 1901).

  1. Introducción

La Fígaro, visita dos veces el país, entre los años 1884 y 1886, recorriendo gran parte del territorio nacional.

            Primera visita: Su llegada fue por el dinámico puerto salitrero de Iquique[2], en octubre de 1884, en el marco de las fiestas patrias de septiembre. Uno de sus conciertos coincide con la asunción al poder del presidente Balmaceda, por lo cual en su presentación le rinden homenaje interpretando el Himno Nacional.

El éxito obtenido le abrió las puertas de otras ciudades al sur para llegar a la capital.

A su paso por La Serena un cronista la describe como:

“Trece estudiantes colocados en bien dispuestas gradas, ostentan sus ricos y característicos trajes del siglo de Salamanca, luciendo sus originalísimos instrumentos” -(7 bandurrias, 4 guitarras, un violín y un violoncelo)- “que llegan a pulsar con conocimiento magistral, ostentando ricas i deslumbrantes facetas de bellos diamantes, (….) prendiendo a un lado el lazo con los colores de la enseña de su patria, terciado el negro mantón i dejando entrever multitud de ricas medallas que adornan sus pechos como grato recuerdo de su méritos” (La Serena, 1886).

Al llegar a la Capital realiza, el 1º de enero de 1885, un Concierto Memorable ante 3500 personas en la Quinta Normal de Agricultura a beneficio de la Quinta Compañía de Bomberos…- ¡todo un Mega evento! -, con el que logra conquistar la simpatía de lo mas selecto de la sociedad santiaguina.

Su amplio repertorio musical, que hemos revisado en sus presentaciones en Chile, incluía música clásica, popular y tradicional española, no faltando la Cueca, nuestro baile nacional, y siendo su mayor éxito – ¡Un super venta! – la Marcha Turca de Mozart.

            Segunda visita: Ésta cubrió las principales ciudades del territorio nacional, para volver a la capital a realizar una larga temporada en el Teatro Municipal de Santiago. Este escenario que le había sido negado en su primera visita, esta vez le permitió consagrar su éxito.

En síntesis:

Su alegre juventud, la imagen romántica de su antiguo vestuario hispano, su novedoso y talentoso sonido orquestal de bandurrias y su nobleza solidaria, amén de un abundante repertorio musical adecuado a la apetencia de la época, lograron articular un proceso cuantitativa y cualitativamente ascendente de nacimiento, multiplicación y transformación de estas agrupaciones en las regiones del país.

También colaboró el zarzuelizado ambiente musical, género chico que llegara a Chile hacia en 1857, y el emergente movimiento filarmónico, de aficionados por amor al arte, iniciado con gran entusiasmo en 1827, por la españolísima Isidora Zegers.

  1. Adopción en Chile

            La reacción no se hizo esperar, jóvenes iquiqueños intentan fundar una agrupación similar, con motivo de los carnavales de 1884. Tres años después, conocidos músicos capitalinos organizan la “Estudiantina Chilena”, e inician gira hacia el sur del país.

En diciembre de 1888, 17 jóvenes de la sociedad del puerto de Valparaíso, bajo la dirección del bandurrista español, Manuel González, posiblemente miembro de la Fígaro, fundaron la “Estudiantina Porteña”, la cual, con sus 9 bandurrias, 3 guitarras, 1 violín y un violoncelo, emprendieron activa labor itinerante lo que motivó la formación de grupos similares en las ciudades que fue visitando.

Así el influjo de la Fígaro, primero, y luego la labor itinerante de la Porteña fueron dejando una estela fundacional de nuevas agrupaciones instrumentales como la Estudiantina Orfeo”, de San Felipe, Julio 1889. Dos meses después, surge la “Estudiantina del Círculo Español de Valparaíso”, que hace su novedoso aporte “coreado”. El nacimiento en la capital de la “Estudiantina Santiago”, con sus 7 mandolinos, 5 guitarras, un violín y un violoncelo, hace su aporte orquestal de mandolinos…y otras a lo largo del país.

En los años siguientes se desencadenó en las provincias del país la sucesiva formación de agrupaciones, al estilo de la Fígaro. Surge la Estudiantina Española de Iquique (1890) que dará origen al Casino Español, bella construcción morisca aún vigente, en esa ciudad; la Estudiantina Salamanca de Valparaíso (1890) y la Estudiantina Penquista de Concepción (1892), y una larga lista que rebasa el breve tiempo de esta exposición

En junio de 1889, en Santiago nace la “Estudiantina de Señoritas”, integrada por las Srtas. Irarrázaval y Balmaceda-Zañartu la cual, posiblemente sería la primera agrupación femenina organizada en Chile. Curioso para una expresión tradicionalmente de hombres, pero esto no es de extrañar, ya que, en 1886, tres años antes, ya existía en Perú la “Estudiantina de Lima”, integrada “por 14 simpáticas señoritas de la sociedad limeña”, que pulsaban bandurrias y guitarras, y en 1890 ya se sabría de la “Estudiantina Quetzalteca, integrada por señoritas de Quetzaltenango, Guatemala.

            Un antecedente importante: Un Decreto de 1893 hace obligatoria la enseñanza musical en las escuelas, popularizándose los instrumentos de púa e introduciéndose los cordófonos en las escuelas, hogares y centro sociales.

 

            Se requieren maestros y material docente. Al año siguiente del Decreto de ley, en 1894 llega al país el músico madrileño Joaquín Zamacois Zavala, el cual destacó como profesor de bandurria y formador de estudiantinas.

Otros maestros como Tomás Damas, Tomás Valdecanto, Joaquín Zamacois (1895), Manuel Ramos (1899) y Carlos Zorzi (1900) publican Métodos para facilitar el aprendizaje de la bandurria. También circulan métodos italianos para mandolinos. En 1894 ya se fabrican Bandurrias en Chile.

Se publican partituras para ser interpretadas por Estudiantinas, como la generosa oferta del maestro catalán Antonio Alba, que se establece en Valparaíso en 1895, editando aproximadamente 400 partituras de un amplio repertorio, incluido Cantares Populares.

Digno de destacar su labor como profesor de guitarra de su discípula chilena Liliana Pérez Corey, creadora de la cátedra de guitarra de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

El siglo XIX lo cierran los pasacalles de la Gran Estudiantina Española, y sus 60 integrantes, la cual, acompañada de un Orfeón de buenas voces, recorrería las calles céntricas y escenarios capitalinos para recaudar dinero a beneficio de los damnificados del invierno de 1900.

En síntesis:

Durante la etapa de ADOPCIÓN, surgen estudiantinas a uso y semejanza de la Fígaro, en el seno de la aristocracia chilena y en las evocaciones de la colonia española. Son agrupaciones predominantemente instrumentales, y circunstancialmente se acompañan por orfeones corales.

  1. Adaptación o transformación

En el marco de la “cuestión social”, y de las profundas transformaciones de la industrialización de un mundo que vivía del agro…, los trabajadores desamparados de protección social se agrupan en las SS.MM de Ilustración y Recreo, a partir de 1853 con los Tipógrafos y 1862 con la Sociedad Artesanos de La Unión, dando vida al interior de sus salones filarmónicos al sonido instrumental de las Estudiantinas, las que integradas por obreros, artesanos, empleados, llegan a sustituir a las bandas que amenizaban sus veladas sociales.

Estas transformaciones tuvieron su natural repercusión en las expresiones artísticas, cuya inicial fisonomía europeizante y elítica, con el desplazamiento de la aristocracia por la mesocracia, tuvieron un giro revalorizador de lo popular, nacionalista y vernacular, contribuyendo a que las estudiantinas se “chilenizaran” y se multiplicaran.

Dejan el traje español. Los varones usan sencillos ternos y corbatas y las damas sus vestidos cotidianos. Conservan la base instrumental de cordófonos de pulso y púa” (guitarra, bandurria y mandolinos), y van eventualmente incorporando otros como banyo, arpa y otros.

En 1890 nace la “Estudiantina obrera” de Artesanos de Valparaíso, en 1901, se funda en Santiago la Estudiantina La Aurora de ambos sexos, integrada por miembros de diferentes sociedades obreras de la capital, predominando los del gremio de tipógrafos. Al año siguiente, 1902, nace la Estudiantina del Centro filarmónico del barrio Yungay y en 1903, lo hace el juvenil Centro Estudiantina Santiago, generándose un creciente interés por fundar estudiantinas en las numerosas sociedades obreras que existían en la capital y a lo largo del país.

En 1905, la Ilustre Municipalidad de Santiago, constatando la gran vitalidad de estas agrupaciones convocó a un Concurso de Estudiantinas Obreras en el popular, ya desaparecido, Teatro Variedades del Cerro Santa Lucía. De la veintena de grupos existentes en la capital se inscribieron 8, resultando ganador la ya mencionada Estudiantina La Aurora por la bien lograda interpretación instrumental de la Canción Nacional Chilena. El Concurso finalizó con todos los participantes en el escenario interpretanto el tema “¡Vivan los mandolinos!”

Sería difícil poder detallar, en esta breve exposición, la gran cantidad de eventos y agrupaciones que toman vigencia en cada intersticio del tejido social. A las ya mencionadas “Estudiantinas Españolas”, se les agregan otras denominadas “Estudiantinas Obreras”, “Estudiantinas Escolares” estudiantinas en las colonias extranjeras, italianas, yugoslavas…también en la penitenciaría, la escuela de ciegos…y muchas otras como se puede ver en la imagen.

Es interesante observar la distribución escénica de los intérpretes, muy similar a la asumida por los nacientes Conjuntos Folklóricos por la década de los años 1950-60, cosa que observa el investigador Samuel Claro en su publicación, Oyendo a Chile, para indicar que las estudiantinas podrían haber sido agrupaciones precursoras de aquellos.

 

Esta popularización de las estudiantinas también ocurre en otros países, por ejemplo: España, México. Cuba, Perú. El número de integrantes varía, constituyéndose grupos más funcionales de guitarras tremoladas.

 

En 1938, motivado por las efervescentes fiestas universitarias de la primavera, en Santiago, el juvenil Pedro de la Barra, quien más tarde fundará el Teatro Experimental, de la Universidad de Chile, crea la Orquesta Afónica, con alumnos del Pedagógico quienes usaban vestuario humorístico.

Por su parte José Goles, quien más tarde será precursor de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, con estudiantes de Ingeniería de la misma casa de estudio, organizó la Orquesta Sincrónica como alternativa bufa. Don José, nos dice que:

“con los sincrónicos creamos diversos instrumentos musicales humorístico como el Bajófono, instrumento similar al contrabajo, con un bombo de banda y un mástil de bandera…o el calaverófono, que era una calavera con piedrecillas en su interior que al ritmo batía alegremente su mandíbula”

En 1940, integrantes de los sincrónicos dan vida a los Estudiantes Rítmicos, de significativo reconocimiento por su talento y por el impulso que les otorga la radiotelefonía. El grupo llegó a constituirse en el éxito mas grande del país en las décadas de los 40 y 50, como nos destacaba orgulloso el profesor Goles.

Nacieron grupos que los imitaban, como fue el caso de Los Rítmicos del Puerto, de Antofagasta, dirigido por D. Jorge Llagostera, quien posteriormente fuera impulsor de las Estudiantinas en Concepción.

En 1948 nos cuenta que se realizó un último Encuentro de Estudiantinas en el Salón Auditórium de la Radio del Pacífico. A pesar de la existencia posterior de algunas otras agrupaciones, estas ya no tuvieron la gravitación social lograda en los años anteriores.

Con la desaparición de los Estudiantes Rítmicos, a fines de los años 50, culminará también este primer período significativo de las estudiantinas en nuestro país.

A modo de síntesis: 

Desde la llegada de Estudiantina española Fígaro hasta Los Estudiantes Rítmicos transcurrieron más de seis décadas de nuestra historia en las cuales las estudiantinas tuvieron una vigencia de magnitud y diversidad significativa.

Ellas, si bien de remoto origen hispano, tomaron carta de ciudadanía en Chile, llegando a ser vertiente generosa y acogedora de las vocaciones musicales de numerosos artistas aficionados que se fueron desarrollando al ritmo de las profundas transformaciones qué vivió nuestra sociedad decimonónica, patria, matria fundacional, que diseñaba su perfil para proyectarse al siglo XX.

Periodo Contemporáneo:

Tiempo después, a partir de la década de los 70, esta herencia musical que subyacía latente en el tejido social chileno es revitalizada por nacientes  Estudiantinas y Tunas que serán el estímulo germinal y transformador para el resurgimiento de las agrupaciones actuales que hoy caminan con sus alegres trinos por esta larga y angosta cinta tricolor cuyos corazones bordados miran esperanzados el devenir de este, nuestro siglo. Es un Periodo Contemporáneo que dejaremos para otra oportunidad, para solo decir, que las actuales hermandades de juveniles rondadores de pulso y púa, herederas de su historia, son un valioso e insustituible instrumento de desarrollo humano, y un espacio de libertad donde las nuevas generaciones pueden crecer, construir sus sueños y desarrollar sus talentos. Cognos y praxis, seguirán dando luz y sentido a las juveniles y alegres rondas de estudiantes de la tuna que, con renovada vitalidad y visión de futuro, seguirán cantándole al amor, a la libertad, a la solidaridad y a la paz.

Lo que fue una búsqueda inicial con la complicidad de hermanos cercanos, de pronto, lo encontrado, fue cautivando el interés por ir profundizando en los estudios en hispanoamericana, surgiendo así publicaciones e instancias de gran valor investigativo.

…y es así como se fue estableciendo una red iberoamericana de colaboración entre las universidades e investigadores que hasta el día de hoy tiene una real y activa vigencia.

Al final de este largo camino, agradecer… Agradecer a todos los hermanos y maestros, a todos los compañeros de rondas y esperanzas…

…A mis compañeras y mis hijas que siguen siendo mis maestras

¡A todos ustedes, coautores de este autor!

¡Gracias!                                

Conferencia del 05 de mayo 2023. Salón de actos de de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.

[1] Chupa: Prenda de vestir antigua que cubría el tronco del cuerpo, con cuatro faldillas de la cintura abajo y con mangas ajustadas.

[2] Luego de establecer un convenio para actuar en los entreactos de las presentaciones de la Compañía Lírico Dramática Española en el antiguo Teatro Municipal, y de obtener un resonante éxito que opacó el desempeño de la compañía teatral, precedida de este éxito que le abrió las puertas de otras ciudades, llegó a la capital).

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