“Es un gigantesco honor participar de este aniversario tan significativo. Siempre he dicho que soy un arquitecto que hace arte y le debo todo a esta Universidad”. Esas fueron las palabras con las que Alfredo Jaar dio inicio a su charla magistral, encuentro que forma parte de las actividades conmemorativas de lo 75 años de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Junto con ello, el artista que entre los años 1979 y 1980 salió a recorrer las calles a preguntar a los chilenos y chilenas si eran felices, hizo un homenaje a tres profesores: Hernán Montecinos, Pedro Murtinho y Ramón Méndez. Ellos, señaló, “honestamente me cambiaron la vida, tuvieron una generosidad extraordinaria conmigo, me estimularon a que fuera poeta, fotógrafo, cineasta, que no tuviera ningún límite en mi imaginación para crear“. Junto a ello, el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile también tuvo palabras para sus compañeros de curso, quienes “crearon un ambiente extraordinario de creatividad y discusión en tiempos muy difíciles para nuestro país”.
Como relató en su presentación, Jaar fue parte de la generación que empezó a estudiar en 1974. “Me obsesioné con la fecha, con el número 11. Ese era el día que cambió mi vida y la de mi generación, un cambio radical y triste. A partir de ahí, todos los días se transformaron en 11, en esta pesadilla que acababa de empezar y que nadie sabía cuánto iba a durar”, indicó Jaar.
En 1982 ganó la Beca Fundación del Pacífico y se radicó en Nueva York, lugar donde comenzó a desarrollar una sólida y reconocida carrera internacional. Hoy su obra está presente en las más grandes colecciones de arte del planeta: Museum of Modern Art de New York, Tate de Londres, MAXXI de Roma, Centre Pompidou de Paris, Reina Sofía de Madrid, entre otros.
En 1987, y también en el 2014, en Times Square en Nueva York, un provocativo anuncio sorprendía a la multitud: “This is not America”, en directa alusión a Estados Unidos, al que muchas veces homologan su nombre al del continente.
Entre sus obras en Chile, se encuentra el memorial a las víctimas de la dictadura que tituló “La Geometría de la Conciencia” ubicado en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Asimismo, sensibilizado por los actuales centros de reclusión y tortura, llamados Sitios Negros, en diversas partes del mundo, así como los centros de detención de niños y niñas tras la separación forzada de sus padres en la frontera de México y Estados Unidos, Alfredo Jaar creó una obra en el Parque Yorkshire en Inglaterra, donde instaló celdas del mismo tamaño y forma de aquéllas de los sitios negros. Una forma de no olvidar a los miles de niños, niñas, hombres y mujeres que se encuentran encarcelados, “en condiciones infames, totalmente inhumanas y bajo el horror mismo”.
Otras de sus obras, fue la denominada “Luces en la Ciudad”, realizada en Montreal, Canadá. En la cúpula de la ex sede del Parlamento, instaló potentes luces rojas que se ven desde diversos puntos de la ciudad, las que son encendidas por personas en situación de calle a través de dispositivos ubicados en los albergues donde pernoctan.
“Fui siete veces a Montreal para ver la esencia de este lugar para poder actuar, porque mi modus operandi, siempre ha sido el mismo. No puedo actuar en el mundo antes de entender el mundo y aquí necesitaba entender el contexto. El contexto lo es todo y esto ha definido mi trabajo como artista. Me chocó descubrir la gran cantidad de personas sin casa. Ellos me dijeron que se sentían invisibles, ignorados por la gente. Me quedé pensando cómo darles visibilidad y al mismo tiempo sin afectar su dignidad y privacidad. Tras una votación con la comunidad, que fue aceptada en un 76 por ciento, se hizo el proyecto”, explicó Alfredo Jaar.
Por último y entre otras obras presentadas, Alfredo Jaar mostró su última intervención. En el marco de las elecciones en Estados Unidos, 50 artistas fueron invitados a crear gigantografías. El cartel de Jaar instalado en el Estado de Ohio señala “Tanto que hacer hoy, matar memoria, matar el sufrimiento, matar el dolor, transformar el corazón en una piedra y todavía prepararse para vivir de nuevo. ¿Estás listo?”. Como puntualizó el artista, “estas palabras sugieren que hay que seguir viviendo a pesar de todos los horrores que nos han tocado vivir”.
La charla magistral contó también con la participación del Rector Ennio Vivaldi, el prorrector Alfredo Jofré, la vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés; y el decano de la FAU, Manuel Amaya.
“Tu obra, tu quehacer, escucharte es una suerte de autoevidencia y se hace inescapable asumir y entender cómo el arte, la vida, la política y las cosas que le suceden a la gente no pueden ser separadas”, señaló el Rector Vivaldi. “Escucharte es la mejor respuesta porque es un homenaje a la generosidad, a esa profunda sensibilidad al dolor ajeno, la extraordinaria sensibilidad tuya que se torna inescapable para el otro”, agregó.
“Hoy nos reunimos para conmemorar los 170 años de la enseñanza de la arquitectura y los 75 de la fundación de nuestra Facultad. En este marco nos enorgullece y nos llena de alegría contar con la presencia de un destacado invitado y egresado de nuestra Facultad. Actualmente es el artista chileno contemporáneo más relevante en el mundo, representando los valores más importantes de nuestra Universidad, como lo son la excelencia académica y la libertad de expresión”, destacó el decano Amaya.