La Bienal de La Habana se organiza mediante un proceso de investigación y curadoría, y todos los participantes son seleccionados según parámetros como la vinculación temática – conceptual, con el tema de reflexión. En este proceso el equipo curatorial de la Bienal del Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam de La Habana cuenta con el apoyo de profesionales especializados de otros países que aportan sus sugerencias y se convierten en los vínculos necesarios para el diálogo con los creadores.
La Bienal de La Habana se organiza mediante un proceso de investigación y curadoría, y todos los participantes son seleccionados según parámetros como la vinculación temática – conceptual, con el tema de reflexión. En este proceso el equipo curatorial de la Bienal del Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam de La Habana cuenta con el apoyo de profesionales especializados de otros países que aportan sus sugerencias y se convierten en los vínculos necesarios para el diálogo con los creadores.
Delegación de Chile a la Bienal
La presentación gestionada por el espacio de Arte Fondo y Forma, para la versión XV de La Bienal de La Habana “Horizontes compartido” 2024-2025, constó de dos propuestas:
- Proyecto “Transmutualismos”: Expuesto en el Centro del Desarrollo de las Artes Visuales de La Habana.
Yto Aranda
Klaudia Kemper
Soledad Neira
María José Rojas
- Proyecto “Casco”: expuesta en la Sala de Teatro de la Facultad de Artes Visuales, Universidad de las Artes ISA La Habana, Cuba.
Alejandra López
Alejandro Méndez
Alicia Larraín
Clara Salinas
Elby Huerta
José María Ibáñez
Klaudia Kemper
Claudio Vidal
María José Rojas
Mario Sorot
Miguel Rodríguez
Nicolás Julio Aranda
Omar Gatica (QEPD)
Soledad Neira
Yto Aranda
Zinnia Ramírez
Soledad Neira hace un balance de la Bienal de La Habana
¿Cuál es el balance general que hace usted de la Bienal realizada en La Habana?
-La Bienal de La Habana es un evento que se ha definido como un espacio de confrontación y reflexión de notable importancia en el panorama artístico internacional.
Las mediaciones de las prácticas transdisciplinarias entre los artistas visuales, curadores y teóricos del arte, que desde este campo observan e investigan para cooperar e impulsar el progreso de la civilización.
Celebra en la madurez de sus cuatro décadas, su consolidación de ser constituida plataforma conceptual. Los “Horizontes compartidos” en sus propuestas discursivas, amplían el enfoque de una mirada en cada versión, como una curva ascendente de desarrollo, buscando las áreas comunes que nos permitan avanzar hacia el entendimiento de sociedades más sustentables y equitativas.
Caminando juntos y compartiendo el horizonte, nos hacemos más asertivos en los desafíos que se enfrentan. Más aun a estas ambiciosas metas lograron superar las pruebas traicioneras de la propia naturaleza huracanada que se presentó paralelamente a la partida del evento.
A pesar de ser un país con grandes dificultades, declaro que les corona un espíritu guerrero inquebrantable.
La Bienal es un hecho histórico artístico que se vale de toda la ciudad (y otras). Con sus espacios expositivos tradicionales, como también, los espacios públicos, transformándose en un gran museo al aire libre. El objetivo es vivir el arte sin límites. Integrar, colaborar, participar.
En esa línea, el discurso del paisaje de “Transmutualismos” se asentó en el enfoque de alcance universal, porque transita por la dramática realidad de la salud planetaria, y nadie queda excluido de esta preocupación. Todos somos uno.
De los artistas chilenos ¿Cuáles destacaron en tan importante encuentro internacional?
-Tanto la propuesta transmutualismos como el colectivo internacional “Cascos” fueron discursos seleccionados oficialmente por el jurado de la Bienal, lo que implicó que se alineaban con los estándares curatoriales del evento.
Toda pieza, tanto en lo individual como en lo colectivo, recibió favorables comentarios por parte del equipo teórico y curadores, artistas internacionales con sus respectivas delegaciones. Las exposiciones gozaron de gran afluencia de público, especialmente los días inaugurales. Llama la atención y observación del público visitante. El arte es para todos, y La Habana vive y disfruta su Bienal intensamente.
¿De su obra presentada en la Bienal qué es lo que más destacaría?
-Señalo en particular “Trilogía de la muerte” en la propuesta “Transmutualismos”. Construí 3 libros de artista que plantean el paisa dramático que evidencia el arrebatamiento de la vida sobre la naturaleza por irresponsabilidad del hombre.
La muerte es el fin irreversible de la vida, ya sobrevenido como una traición que no es merecida, sino inducida.
Ha provocado que los seres vivos, en su incapacidad de continuar empleando su propia energía y de renovarla para mantener vivos sus organismos y funciones vitales. Dicha traición determina que estas funciones concluyan y le sobrevengan la muerte definitiva.
Fotografías de Clara Salina.
Las 3 piezas: “el funeral de la Reina”, “de la A a la Z: muerte del mar” y “Zoomausoleo”, confirman que la especie humana no ha logrado comprender la implicancia de un sistema en otro. Considerando la sabiduría de la naturaleza. La colaboración y comunicación son esenciales para la supervivencia y prosperidad de los organismos. Es una imperiosa urgencia concienciar y detener la actividad del hombre, que ha dañado y sigue dañado irreversiblemente los ecosistemas, y mover conciencia a la reflexión y acción en pro de la preservación y restauración de nuestro planeta, hacia una vida sana y equilibrada.
En particular, ¿qué ha significado para usted estar presente en esta Bienal?
-Un privilegio estar en mi segunda Bienal, una gran oportunidad de ser invitada junto a un pequeño colectivo nacional.
Nuestra propuesta “Transmutualismos” plante un enfoque interdisciplinario: uno de tejidos, tramas, bordado, unión de telas. Guardando relación con la propuesta del discurso central del Libro del Artista.
En particular, mi indagación se concentra en el eje temático ecologistas instalativo. Insertándome en los poderosos diálogos con estos temas que visibilizan las luchas medioambientales que en “Horizontes compartidos” se proyectó como comunes denominadores de las expresiones artísticas de diversos países. No es casual esta preocupación en los cuerpos de obras internacionales.
La sensibilidad y la observación. Documentación y estudio permiten detectar el pulso de la dirección de los acontecimientos que implican la vida de todo ser en este planeta. y las bienales dan cita al reencuentro de los creadores conectados en un arte social, proponiendo donde cuestionar para avanzar armónicamente. Un enriquecimiento insondable que estimula a permanecer en nuestros propósitos y búsquedas desde la creación.
