¿Cuál es su opinión de la obra “Tierra Sagrada” de Nelson Vinot?

-“Tierra Sagrada” constituye sin duda alguna, una de las obras más importantes estrenadas por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile en los últimos tiempos… es además un acierto institucional el hecho de  estrenar una obra de un compositor que a la vez es solista de su instrumento en la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.

Uno está acostumbrado a que la forma o estructura de la obra está trazada para instrumentos como el piano, el violín o la flauta… ¿Cómo es, entonces, con un instrumento como el Fagot?

-A través de la historia, la estructura de los conciertos para violín, violonchelo y piano han sido -en la mayoría los casos-  de mayores proporciones que para otros instrumentos de la Orquesta…basta con señalar que muchos de los grandes conciertos románticos para esos instrumentos, son cuasi sinfonías y generalmente de mediana a gran orquestación…en el caso de los conciertos para vientos, las orquestaciones son más reducidas de manera de lograr el balance necesario. En el caso de “Tierra Sagrada” nos encontramos con una obra de densa proporción y orquestación que ofrece ahora a un instrumento como el fagot, una obra importante para su repertorio solista con gran orquesta, que no es lo usual que se encuentra en el repertorio.

Usted ha señalado que se trata de Poema Sinfónico… ¿Por qué?

-Si… “Tierra Sagrada” es en esencia una obra solista pero de nuevo, su estructura, forma y sonoridad la hacen también ser una importante obra para la Orquesta…no es un mero acompañamiento…es una obra concertante…“Tierra Sagrada” además de ser una obra para solista es una construcción sinfónica de peso específico.

La Orquesta juega un rol protagónico, potente,  en la obra de Vinot. No es un conjunto que acompaña al fagot. ¿Cuál es su opinión?

-Ya lo comentaba en la pregunta anterior…“Tierra Sagrada” es una estructura orquestal de mucha fuerza y grandes –y coloridas- sonoridades.  Es una obra muy bien orquestada donde lo orgánico sonoro jamás opaca la sonoridad del fagot. Nelson Vinot es conocedor de la orquesta desde dentro, debido a sus muchos años de experiencia como solista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y desde luego conoce las potencialidades del instrumento como solista…ésta conjunción de elementos además de su fina creatividad hacen que la obra haya generado tan importante impacto.

La obra “Tierra Sagrada” tiene una sonoridad distinta, con sonidos que se asemejan a los instrumentos originales mapuche, sin embargo, en su criterio, qué opina por qué no pierde de su condición de clásica.

-Estoy convencido que la obra no pierde su esencia que más de llamarla de corte clásico la denominaría de corte académico. Nelson combina -con extraordinario balance- lo que son los elementos sinfónicos con el elemento solista y utiliza para la temática de la obra sonoridades que explotan al máximo las potencialidades de su instrumento, con técnicas modernas para producir efectos y además de aquellas que emplea dentro de la orquesta con la utilización de los instrumentos de percusión propios de la cultura Mapuche. Nelson procura con ésta obra y su temática el abrir caminos para la sonoridad de los instrumentos y el logro es patente.

¿Cómo vivió usted la presentación de la obra, cuando se estrenada por primera vez? ¿Qué significó en su fuero íntimo?

-Expectativa, para resumirlo en una sola palabra. En el programa «Tierra Sagrada» estaba flanqueada por extraordinarias y reconocidas obras de Dvorak (En el Reino de la Naturaleza) y de Beethoven (Sinfonía Pastoral). Cuando empecé a recibir partes de la obra, lo primero que me di cuenta fue la seriedad del trabajo compositivo de Nelson…su planteamiento claro, conciso y de mucha seguridad presagiaba un feliz estreno. Desde hace años conozco la faceta instrumental de Nelson, además había escuchado sus discos de música popular con grupos, ensambles, familia…ésta partitura se vislumbraba como una obra de gran potencial y reafirmaba el rol de Nelson como eterno -e inquieto- creador y propulsor de propuestas artísticas. Antes del estreno conversamos mucho sobre la música, el por qué de la temática,  además me comentaba con pasión y convicción el texto que narraría en español y mapuche Rocío Rojas. Sentí mucha expectativa para el estreno que fue recibido de manera eufórica por un público conocedor y además ávido de nuevas propuestas y también por un extraordinario apoyo de quienes han sido compañeros de Nelson por muchos años en la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.  «Tierra Sagrada» se planteaba como un estreno absoluto en medio de probadas obras y compositores que, sin duda alguna, luego del estreno convirtieron al concierto en uno de ¡tres probadas obras y compositores!. No dudo de la perdurabilidad de ésta obra en el contexto del repertorio solístico del fagot y de los programas sinfónicos.

Muchos de los que asistieron al estreno, sintieron que “Tierra Sagrada” podría ser perfectamente una pieza para la danza o una música incidental de una obra cinematográfica… ¿Qué opina usted?

-No tengo dudas que esta música pueda utilizarse en otros medios y creo que otras expresiones del arte ganarían mucho al fusionarse con esta extraordinaria obra.

 

El concierto para Fagot y Orquesta “Tierra Sagrada” de Nelson Vinot, interpretado por su autor y por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, perteneciente a la Universidad de Chile. La grabación corresponde al día del estreno y al Centro de Extensión Artística y Cultural, CEAC,  de la primera casa de estudios de Chile. Versión completa, 26 minutos.

 

 

2 Comentarios

  1. Genial, un canto a nuestra Madre Tierra y a Nuestros Pueblos Originarios.
    El Fagot imprescindible le da el sabor de la esencia de su música.

  2. Maravillosa obra que entremece nuestros recuerdos ancestrales para volver a conversar con la tierra,con los árboles,con los montes,la lluvia y el cielo que el Creador puso allí por amor.

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