Las crónicas fueron escritas entre los años 1945 y 1965 y la versión actual fueron ilustradas por Pati Aguilera. Los 25 artículos fueron seleccionados por el editor Claudio Aguilera y la hija del autor Karen Plath Müller Turina, quien guarda el legado del folclorólogo.

“Era una época –señala el editor- donde la palabra patrimonio no significada nada, él fue el pionero en detectar lo que hoy se entiende como patrimonio inmaterial: oficios, recetas, narraciones, trabalenguas. Ahí está el caballito de feria como ejemplo, pero también sus crónicas sobre los nombres de las casas comerciales, los letreros de las micros, las fondas, los cafés y el heroico suplementero”.

“No es en absoluto un ejercicio de nostalgia de Oreste Plath, sino una representación del presente: la ciudad que le tocó vivir y que él observaba con un asombro permanente”, concluye Aguilera.

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