La reconocida investigadora, cantautora y y creadora Andrea Andreu, junto a Natalia Contesse  y  Claudia Mena, han sido reconocidas por la prensa nacional en tanto discípulas de Margot Loyola  por estar totalmente abiertas a la escucha y a la participación en el destino del folclor chileno.

«El Mercurio» en su sección «Cultura» del sábado 24 de junio, dice:

Andrea Andreu, Natalia Contesse y Claudia Mena lanzan sus nuevos discos. Las tres recogieron enseñanzas de la maestra del folclor en su casa de La Reina.

Fue el libro «La tonada: testimonios para el futuro» (2006) el que vino a remecer la vida musical de Claudia Mena (1991), entonces estudiante de Pedagogía, a la vez que cultora de la cueca en el grupo El Parcito. «Yo estaba muy metida en el ambiente cuequero, las ruedas. Cuando encontré el libro de Margot Loyola, en la biblioteca del Pedagógico, me di cuenta de que había mucho más que aprender. El ritmo era parecido al de la cueca, pero la tonada tenía otra cosa, unos matices muy bonitos», recuerda Mena.

Cronológicamente, ella es la última de las últimas discípulas de la maestra de folclor fallecida hace dos años, a la que hoy se la recuerda con el Premio a la Trayectoria en Cultura Tradicional Margot Loyola Palacios, del Consejo de la Cultura, y el Concurso Margot Loyola a la Música de Raíz, que organiza la SCD. Claudia Mena llegó en 2011 a su casa de calle Alcalde Rutilio Rivas, en La Reina, para recoger lecciones.

«Nos enseñó desde el primer día: nos daba repertorios, nos decía cómo teníamos que cantar y rasguear. Ella nos mostró la refalosa, el vals, la polka, el cuplé», recuerda Mena de esas visitas. «Tenía mucha fuerza, aunque el oído no la acompañaba mucho entonces. Era muy pícara. De cada tonada sacaba una historia», agrega la cantora, quien hoy está presentando su primer disco.

«Quisiera ser palomita» fue grabado en Bogotá, como parte del proyecto de registros del Diario Sonoro Latinoamericano. Expone recopilaciones y canciones propias, pero también tonadas recogidas por la maestra. Se le escucha sola con guitarra y un canto al auténtico modo campesino, sin ornamentos. En ese sentido, se asemeja al que fuera el último disco de Loyola, «Otras voces en mi voz» (2010), registrado con una guitarra, una silla y un micrófono.

La tía y la profesora

En cambio, Natalia Contesse (1978) está multiplicando su música desde esa raíz hacia otros universos en su tercer disco, «Diluvio», que estrenará en agosto, en el Teatro Nescafé de las Artes, con una banda mayor, con cuerdas, piano, trompeta, bajo y batería.

«Margot Loyola está muy presente ahí. La visité semana a semana por cuatro años para aprender, porque en un momento sentí que era completamente ignorante en cuanto a la música chilena. Componía cuecas por intuición no más», recuerda Contesse. «Ella fue la primera que me habló de la presencia afro en Chile. Me mandó a ver la Fiesta de los Negros de Roma. De ahí salieron canciones del disco como ‘Cueca afro’. Margot era súper libre, me alimentaba la creatividad. Muchos folcloristas son muy rígidos, pero ella no era así», dice.

«La clave se daba siempre en torno a la conversación. Margot sacaba el rollo de mis inquietudes y según eso me enseñaba algo. Buscaba repertorio según mi registro de voz y mis intereses. Me mostró la guitarra traspuesta y ahí me entraron las ganas de componer», apunta Andrea Andreu (1980).

Desde pequeña conoció a Loyola. «Para mí era la tía Margot, no sabía que era importante. Iba a su casa en Macul con mis papás o ella venía a nuestra casa», recuerda Andreu. Sus padres se habían conocido bailando en el grupo de proyección folclórica Rauquén y luego formaron el conjunto Raíces, ambos consecuencias de las históricas Escuelas de Temporada, con que Loyola inició a muchos jóvenes en los años 50 y 60.

«Me ayudaba con la estudiantina que formé en la Universidad de Chile. Me decía, ‘mijita, le tengo unas canciones. Venga a verme a mi casa'». Andreu grabó su disco «Legado» (2012), con muchas canciones recopiladas por Loyola. En octubre lanzará «Raíz», donde presenta diversas afinaciones que se usan en América. «Un legado importante es que me mostró que las herramientas académicas que uno tiene se deben usar fuera de la academia. Todo eso lo pongo al servicio del folclor. Margot está presente en todo lo que hago», cierra.

2 Comentarios

  1. quisiera saber cuando haras otro reecital en Stgo. para poder ir, me encanta lo que haces ,tú música y tú voz,felicitaciones por hacer música latina y folclor.

  2. Hola Julita!
    Tan cariñosa como siempre!

    Le cuento que desde agosto tengo varias fechas de conciertos, pero la mas importante será el sábado 07 de octubre en el Centro Cultural de España; día en que lanzaré mi segundo disco llamado «Raíz».
    Espero verla!
    Un abrazo.

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