¿Qué significa para usted la música andina?

– Para mí tiene más de una arista. Por una parte, es una ventana para conocer acerca de la tradición de los pueblos originarios del Altiplano, sus costumbres y ceremonias.  Por otra parte, también tiene un significado altamente político y social, ya que constituyó uno de los pilares fundamentales del movimiento de la Nueva Canción Chilena, la cual fue prohibida y perseguida durante el periodo de dictadura que vivió nuestro país.

Por último, la relevancia que tiene la música andina es que aportó con un instrumento mestizo, al igual que nosotros, que es el «Charango».

¿De dónde nace su interés de ser intérprete de uno de sus instrumentos icónicos, el Charango?

De niño, a los 11 años, yo tocaba la guitarra y al conocer el Charango, tanto su sonido como su tamaño, me cautivaron de tal manera nos hicimos los mejores amigos. Sin proponerme, comencé a interpretar todo lo que escuchaba en este instrumento, aunque no nací en un lugar que tenga relación con el mundo andino. Lo anterior me llevo a ejecutar melodías que no pertenecen a la música andina, situación que con el tiempo hizo la diferencia entre los charanguistas de tradición y mi trabajo musical.

¿Desde cuándo interpreta el Charango? ¿Cómo ha sido su recorrido profesional?

-Interpreto el Charango desde el año 1982, a los 15 años de edad. Mi recorrido profesional comenzó en el escenario de casa Kamarundi (1979-1992), espacio de arte popular y resistencia cultural. Nos presentábamos de jueves a sábado y recorríamos las diferentes poblaciones de Santiago y ciudades de Chile en aquella época. Posterior a esto me presenté en Canadá (Toronto-Montreal y Edmonton), acompañando al actor y escritor Manuel Escobar Tilusa e interviniendo como solista. También viajamos a Argentina y Estados Unidos.

Uno de los hitos importantes en mi carera profesional fue la invitación realizada por Silvio Rodríguez para participar como invitado en su gira «Noviembre de 1992» , que abarcó las ciudades de Santiago (Pista Atlética, Estado Nacional), Viña del Mar (Quinta Vergara) , La Serena, Antofagasta e Iquique. En el medio de sus presentaciones hacía un alto para presentarnos haciendo gala de nuestro talento y prolijidad musical.

Otro de los hitos importantes en mi carrera profesional , fue el año 1999, en la cuidad de Potosí (Cuna del Charango), en donde la Sociedad Boliviana del Charango me entrego el título de Maestro del Charango, convirtiéndome en el primer extranjero en ostentar dicha categoría.

El otro hito importante  fue obtener el premio Altazor el año 2010, otorgado por mis pares.

Para finalizar puedo decir que desde 1982 a la fecha me he presentado como solista  en más de veinte países alrededor del mundo, dando talleres, clases magistrales, clínicas y conciertos didácticos en Universidades, Colegios, Centros Culturales, etc.

En ese andar, sus pares han reconocido su trabajo como compositor e intérprete. Ha recibido el Premio Altazor que lo eligen sus pares…En Bolivia, ha tenido el grado de Maestro del Charango de la Sociedad Boliviana del Charango, título que por primera vez se lo han otorgado a un extranjero… ¿Qué valor tiene para Usted estos reconocimientos?

-La verdad desde que comencé a tocar el Charango no me propuse estas metas, por lo que es muy grato obtener el reconocimiento de expertos. Sin embargo, quiero señalar que en Chile estos méritos no representan una importancia mediática. Por ejemplo, en mi quinto día de estar en Argentina (Abril 2019), en la ciudad de Juyjuy, aparecí en la portada de cultura y espectáculos de principal diario como un charanguista de primera, mientras que en Chile era portada de un diario la cirugía estética de una conductora de televisión. Aun así, estos reconocimientos me indican que voy por el camino correcto.

Su último trabajo es “Quiebradedos”… ¿En que están inspirados sus piezas musicales?

– Este disco es la síntesis de mi periplo musical, ya que en un inicio interpretaba canciones de otros autores (Disco Charango y Guitarra). Luego en el disco «Charango al sur del Charango», ejecute mis versiones junto a grandes exponentes como Francesca Ancarolla , Jorge Ball (ex Inti-Illimani) , Juan Antonio Sánchez , Juan Coderch, Oscar Giunta (Quinteto Urbano), Cristian Gutiérrez (Orquesta Filarmónica), Carlos Basaure, Melvin Velásquez y Christian Gálvez. Además agregué cinco composiciones propias, lo cual a partir de la recepción del público, me motivó a realizar el disco “Quiebradedos”, el cual da mi opinión musical, ya que contiene solo creaciones de mi autoría.

Cabe destacar que conté con la participación de músicos de excelencia, como son Christian Gálvez, Rodrigo Gálvez y Lorena Pualuan, en bajo, batería y voz respectivamente. Esto me permitió transitar con el Charango por variados estilos como el jazz, el funk, la cueca y música contemporánea.

¿Cuáles son los planes inmediatos que tiene en carpeta? ¿Dónde se le puede ir a escuchar?

-Por lo pronto, en presentaciones en Antofagasta, a fines de Julio. Una gira a Argentina en los primeros días de agosto; una presentación en los cincuenta años de la SCD; dos conciertos en Valparaíso junto a exponentes de la región y una gira a la isla de Chiloé,    al XX Festival Charangos del Mundo, en Castro, en Ancud, Puerto Montt, Quellón, Queilen y Chonchi, lugares en los cuales daremos conciertos y clases magistrales.

Además me invitaron a participar en un documental acerca del Charango. Por otra parte me es grato comentarles que a fin de año viajaremos a Colombia y para el próximo año se está trabajando en la producción de una gira para México y Japón, países en el cuales los jóvenes músicos interpretan mis creaciones.

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