Su condición de intérprete sobrepasó lo esperado, mostrando condiciones histriónicas que dejan atrás el tímido cantante que venía de Arica. Su perfomance, en todo caso, nunca dejó de mostrar su conocida sencillez que lo caracteriza.

Es impresionante ser testigo de la trascendencia de la actuación de García. El público correó una a una sus canciones con una devoción sorprendente. La memoria de los 10 años de “Témpera” – su segundo disco solista- estaba intacta en la gente, desde el primer acorde, el coro desde la galería brotaba espontáneo.

Una distinción aparate merece su banda. El virtuosismo de Diego Álvarez Maureira, Rodrigo Godoy y Luis Faúndez, revela parte del éxito del cantante. Su construcción melódica desde las cuerdas acústicas y eléctricas, introducen al auditorio a un camino desde el rock a la trova latinoamericana y a la nueva canción chilena.

Un momento de recogimiento del concierto fue cuando García pidió un minuto de silencio ante una guitarra florida, de rodillas, por el asesinato de Camilo Catrillanca, logrando un sentimiento verdadero de respeto y emoción.

El concierto fue abierto por el cantante español DePedro, de gran registro de voz y de interesantes canciones, que logró encantar a la audiencia del Caupolicán. Su registro hizo recordar al talentoso Nino Bravo, por momentos. Un tremendo aporte al concierto.

El final del concierto estuvo signado por todos los éxitos de Manuel García, lo que alargó la fiesta pasada la medianoche.

“Un insólito equilibrio entre las raíces y un lenguaje urbano”

Anteriormente al concierto Manuel García había señalado que “los 10 años de Témpera merecen ser celebrados a lo grande. Registrado de forma cruda y desgarrada masterizado en España, donde se le aportó una calidad sonora muy particular, ya entonces se destacó que fuera sumamente arriesgado y valiente”.

“Diez años después, -agrega- continúa prevaleciendo un insólito equilibrio entre las raíces y tradición y un lenguaje contemporáneo y urbano, capaz de conectar con diferentes tipos de audiencias, aunque es especialmente destacable que resultara parte de las músicas que acompañaron procesos sociales en nuestro país, tan memorables como el Movimiento Estudiantil que dio origen a grandes y positivos cambios en la educación chilena”.
“Además, es un álbum que ha trascendido fronteras y que cuenta con numerosos adeptos entusiastas en México, Argentina, España y otros países”, añade finalmente Manuel García sobre este reconocido trabajo.

Felipe De la Parra Vial

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