Como “una oportunidad para entregar obras de arte de gran calidad a la ciudad de Santiago y sus habitantes a partir de un espacio de encuentro e intercambio entre artistas” se ha concebido este proyecto que este año aprovechará como gran lienzo al río Mapocho entre el puente Pío Nono y la calle Huelén (Providencia) y que tiene entre sus participantes a diez artistas que fueron seleccionados por un jurado compuesto por la artista visual y muralista chilena radicada en Canadá, Shalak; la muralista Tikay y el Premio Nacional de Arte 2007, Guillermo Núñez.

A ellos se suman en calidad de invitados tres grandes exponentes del muralismo en el extranjero; Kalaka de Venezuela, Bastardilla de Colombia y Cix, de México, conformando un equipo de trece muralistas que ya están trabajando, cada uno en 100 metros del gran muro, el que, según contó para Quid “Mono” González, coincide con lo que ellos como organizadores esperan que siga siendo “el Mapocho pedaleable”, una vía destinada al tránsito de ciclistas.

Para José Bustos, La Puerta del Sur se transformó en un festival de corte alternativo, pues no hay financiamiento proveniente de estamentos privados. “Al no estar financiados por ninguna empresa, el interés se vuelve público”, comentó agregando que “el proyecto está financiado por los fondos del 6% del Gobierno Regional y por lo tanto, los objetivos son muy distintos” y por eso aseguró que en concordancia con este espíritu, para sus organizadores también fue importante rescatar valores como la inclusión y lograr este año, por ejemplo, que el número de mujeres muralistas sea mayor al de las anteriores ediciones, casi logrando la paridad de género.

Sustentabilidad e integración

Según contó el director del Museo Pincoyano, este año la esencia del Festival La Puerta del Sur es la sustentabilidad y la integración, esta última vista desde la realidad que vive hoy Chile. Para Bustos, “el fenómeno de inmigración que estamos viviendo están haciendo que nuestro país se vuelva multicultural, entonces plantear un festival de arte es de todas maneras una expresión de los pueblos. Es una forma de entender la realidad”, sostuvo.

En cuanto al concepto de sustentabilidad, José Bustos afirmó que la idea es dialogar en relación a “cómo crear las condiciones para que el arte urbano sea transversal en nuestro país”.

El sueño de “Mono” González

¡Ésta ha sido harta pega y con harto calor!, dijo entusiasmado “Mono” González, quien aseguró sentirse orgulloso del trabajo realizado durante estos primeros cinco días de festival. “Hemos ido avanzando muy bien gracias al equipo multidisciplinario con el que estamos trabajando. Todo esto ha sido mucho más grande de lo que pensamos”, aseguró además de confesar que este proyecto es también parte de lo que, como artista, quiere dejar como legado a las nuevas generaciones.

“Esto para mí es súper importante porque a mis 71 años ya siento que vamos dejando una huella para que los muchachos sigan organizados. Para mí este festival tiene ese sentido: dejar un equipo organizado de tal manera de que pueda ir haciendo una gestión en donde se desarrollen grafiteros y muralistas dentro del espacio público, pero con todo este respeto con el que solemos trabajar por lograr los sueños que tenemos, uno de ellos, convertir la ribera del río Mapocho en un museo abierto, e incluso algún día, que se ilumine, etc.”.

Por último, González se mostró muy contento con estos primeros días del festival La Puerta del Sur, pues para él, el proyecto además supone “un intercambio intergeneracional, de regiones, países, culturas, etc., algo sumamente interesante”.

FUENTE: Quid.cl Escribe: Carla González Carrasco

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