Muchas gracias a todos por acompañarnos en esta celebración del quincuagésimo aniversario de CONIN, esta organización que fue clave para llevar a cabo la que es posiblemente, una de las políticas de salud pública más exitosas de Chile, como fue la erradicación de la desnutrición y de esta manera apoyar al desarrollo de nuestro país.
No obstante, en esta celebración queremos invitarlos también a mirar hacia el futuro, hacia los próximos años. Los 10, los 20 o los 50 años que vienen y que seguirán siendo de importantes desafíos para el cuidado de los integrantes más vulnerables de la sociedad: los niños.
Conin nació oficialmente hace 50 años, cuando en 1974, nuestra primera sede en la calle Pedro de Valdivia, recibió los primeros niños para ser rehabilitados por casos de desnutrición grave. No obstante, la gestación de esta Corporación había empezado unos años antes, cuando la alta desnutrición infantil se demostraba como causa de la alta mortalidad por diarreas o neumonías. La idea de Conin nació junto a los trabajos de investigadores en pediatría de la Universidad de Chile, quienes proponían las maneras más eficientes para tratar la desnutrición grave y de esa forma prevenir las muertes prematuras, que eran un problema muy extendido en esos tiempos.
Este grupo de pediatras y bioquímicos pioneros en este tipo de investigaciones, encabezados por el Dr. Fernando Monckeberg, entregaron la evidencia científica necesaria para implementar los programas de recuperación nutricional. Fundaron posteriormente el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, el INTA. Hoy, recibe el nombre del Dr. Monckeberg y continúa a la cabeza de las investigaciones en nutrición y en salud pública por lo que sigue entregando la evidencia necesaria para implementar nuevos y necesarios programas.
Entre todos los esfuerzos públicos y privados que se coordinaron para poner fin a las graves enfermedades que se generaban por la falta de proteínas y nutrientes en los más pequeños, era fundamental también fortalecer los programas de alimentación complementaria. Estos tenían sus raíces en la ley Madre y Niño de 1938 y que fue ampliándose y modernizándose con el Programa Nacional de Alimentación Complementaria, que desde 1954, es un modelo de una política pública con base en la evidencia científica que se mantiene a través de todos los gobiernos hasta la actualidad.
En este contexto, la Corporación Infantil CONIN llegó a tener 34 centros y 1.700 camas: su misión fundamental fue evitar la muerte prematura de miles de niños desnutridos graves, con tratamientos que implicaban alimentación, higiene y mucho cariño.
Con mucha satisfacción podemos decir que la misión que nos propusimos, en cooperación con los programas de salud ministeriales se logró. En los primeros 10 años de funcionamiento de Conin, la tasa de mortalidad infantil ya había disminuido de manera notoria en Chile. Y para mediado de los 90, la desnutrición por falta de alimentos, conocida como desnutrición primaria, prácticamente desapareció. No hay otro país en el mundo que haya erradicado la desnutrición y haya disminuido la muerte de niños de manera tan relevante y en tan poco tiempo, como lo hizo nuestro país en la complicada época entre los años 70 y 2000.
Este tremendo logro, es motivo de satisfacción para todos quienes impulsaron las políticas públicas que se mantuvieron y profundizaron durante todos los Gobiernos hasta la fecha. Y esto es muy bueno resaltarlo: la política contra la desnutrición surgió de una visión compartida por todos los sectores políticos. Fue un acuerdo transversal: tanto Frei, Alessandri, Allende y el gobierno militar y todos los gobiernos hasta la actualidad, apoyaron esta política pública, que ha sido un orgullo para todo Chile.
No podemos olvidarlo: Hoy nuestro país goza de las menores tasas de mortalidad infantil de América Latina por lo que construimos en esos años.
Pero el fin de la desnutrición no fue el fin de Conin. Al disminuir con tal fuerza la mortalidad infantil, fue apareciendo un conjunto de niños sobrevivientes, que antes no podíamos conocer. Niños portadores de diferentes enfermedades y que, como consecuencia de ellas, presentaban desnutrición secundaria, la incapacidad de absorber nutrientes por consecuencia de otras enfermedades. Sus tratamientos eran más complejos que la primaria y más prolongados. Por tanto, fuimos transformando algunos de nuestros centros para crear los CREDES, centros de Recuperación de Desnutrición Secundaria. Estos requerían más espacio por cama, mayor diversificación de profesionales, y más capacitación para las TENS, para que se formaran en nuevos procesos, ampliando y adecuando la infraestructura y tecnología. Durante muchos años recibimos niños de ambas condiciones como es propio de toda transición.
Este proceso se ha profundizado con los años: los avances de nuestra salud y cuidados permiten que sobrevivan muchos niños con enfermedades que antes no podían hacerlo. Muchos de ellos requieren cuidados hospitalarios de largo plazo.
Acuñado hace pocos años, ahora hay un concepto médico que agrupa a esos niños con necesidades especiales de atención en salud, que conocemos como NANEAS.
Son niños enfermos crónicos que, en su mayoría tiene múltiples patologías, muchas de ellas enfermedades congénitas. Si bien son una fracción del total de niños en el país, los NANEAS explican cerca de un tercio de los gastos en pediatría en el país, y cerca de un 80% de los gastos hospitalarios. Es un tremendo desafío para los servicios de pediatría, unidades de cuidados intensivos, servicios de neonatología que deben prolongar sus días de hospitalización por la complejidad clínica de estos niños, muchas veces en una realidad social de pobreza y de familias desintegradas.
Son los más vulnerables de nuestra sociedad: niños con enfermedades de nacimiento, de sectores de mucha pobreza y que sus familias no pueden darle los cuidados que necesitan.
Estos niños representan el propósito al que apunta hoy Conin y al que nos dedicaremos por las décadas que vienen. En la segunda parte de esta jornada, podremos escuchar al profesor Dr. Nelson Vargas referirse a esta creciente realidad de la patología infantil y de la adolescencia.
Hoy Conin trabaja con cinco centros de hospitalización pediátrica de largo plazo, que funciona de manera complementaria al sistema de salud pública, formando parte de su red asistencial. Para esto, tal como ha sido durante estos 50 años, ha sido clave contar con el apoyo de las autoridades ministeriales de todos los gobiernos. Una transversalidad que nos ha permitido renovar el convenio de prestación de servicios, adecuándolo a las nuevas necesidades. Porque este nuevo propósito implica el compromiso de estar siempre disponible para ajustarnos a las necesidades cambiantes que requieren nuestros niños y niñas, coordinándonos con los servicios de pediatría, cirugía infantil y otros para lograr recuperarlos y brindarles un mejor fututo, nos constituimos en un gran centro de la siempre difícil coordinación desde lejanos lugares con los centros de alta especialidad ubicados generalmente en la Región Metropolitana, constituyéndonos en una red de contención y esperanza.
Nos acompañan hoy las directoras, directores, profesionales y personal de los centros de Valdivia, Temuco, Chillan, Valparaíso y Santiago, quienes en forma abnegada atienden en turnos las 24 horas de lunes a domingo; a todos ellos nuestro reconocimiento y agradecimiento.
Agradecemos a los SEREMIS de Salud, directores de los Servicios de Salud, directores de hospitales y de servicios de pediatría, muchos de ellos nos acompañan esta mañana. La Supervisión que realizan a nuestros centros para evaluar la atención que reciben los niños es de gran importancia para seguir mejorando nuestros servicios.
También nos acompañan hoy un grupo de mujeres que representan a las voluntarias que nos han acompañado en cada etapa de esta extraordinaria obra. Han apoyado la atención de los niños con ese cariño y estimulo psicosocial muy necesario, junto con las atenciones clínicas para lograr su plena recuperación. Vayan para ellas nuestro eterno agradecimiento
Asimismo, agradecemos a los abogados que velan por los derechos de los niños del Servicio Nacional de Protección a la Niñez, que permanentemente están validando nuestra labor y proponiendo mejoras, las que son siempre bienvenidas.
En estos años hemos aumentado el apoyo a la formación de futuros profesionales. Nuestros centros, convertidos en campos clínicos han recibido cientos de estudiantes que aprenden el valor de una atención integral, humana y personalizada.
Además, hemos ampliado nuestra colaboración a otros países, iniciando colaboración técnica y docente, esta mañana nos acompañan dos estudiantes de Guatemala que realizan una estadía en nuestros centros y estamos colaborando en la presentación de proyectos con académicos de ese país, por lo que nos acompaña también esta mañana el Embajador de Guatemala Sr. Wendel Arriaza.
Además, hace ya muchos años se creó CONIN Argentina, que está presente en varias ciudades de ese país con el cual mantenemos permanente relación, hemos recibido el saludo de su presidente el Dr. Abel Albino.
Nuestra principal fuente de financiamiento es el convenio con el ministerio de Salud y el Fondo Nacional de Salud, valga nuestro reconocimiento y agradecimiento a la ministra de Salud Dra. Ximena Aguilera, al director del FONASA Sr. Camilo Cid, a la directora de División de Gestión de la Red Asistencial -DIGERA- Dra. Andrea Solís en representación del Subsecretario de Redes Asistenciales que nos acompañan esta mañana.
Nuestro compromiso involucra también, aportar los adelantos tecnológicos que hemos desarrollado, como la plataforma de registro y monitoreo de los pacientes, así como el modelo de atención multidisciplinaria de más de siete profesionales trabajando en conjunto en precisar diagnósticos, planificando y evaluando tratamientos y modelo de gestión eficiente que colocamos al servicio de quienes lo requieran.
La necesidad de mantenernos en permanente actualización requiere constantemente de nuevos recursos, por lo que es ésta, una ocasión propicia para agradecer a los donantes, socios, empresas financieras, inmobiliarias, BancoEstado, División El Teniente de Codelco, municipalidades, gobernaciones, y tantos otros que nos siguen apoyando en nuestras labores y cuyos recursos son muy necesarios.
Y queremos agradecer a ustedes, a quienes nos acompañan hoy.
A todos, queremos pedirles que nos sigan apoyando, que sigamos trabajando juntos y formando parte de nuestras redes de apoyo. Porque el propósito que estamos llevando a cabo seguirá siendo vigente por 50 años o más, contribuyendo al desarrollo y a un futuro mejor para nuestros niños.