Una jornada redonda vivieron el pasado viernes 7 de septiembre los asistentes al Primer Festival Internacional “Orígenes” que se realiza en el Centro de Extensión DUOC UC en Valparaíso. La excelencia de las interpretaciones fue el denominador común de la parrilla festivalera.
El Concierto de Gala fue inaugurado por Ximena Malla, cantautora e intérprete del cancionero latinoamericano con un privilegiado registro de voz, lleno de expresión y sentimiento. Su trabajo llevó al escenario la voz de la Venezuela profunda: “no vuelvo a Nueva York”, cantaba. Con gran versatilidad del instrumento Cuatro, a que conoce desde sus manos constructoras(es una destacada lutier), llenó el escenario con versiones acertadas de “La Flor de la Canela” de Chabuca Granda y del clásico venezolano “Caballo viejo”. Su versión “Sembrando ideas”, de autoría propia, fue aplaudida con entusiasmo por el público presente.
Así se valoró también la acertada actuación de Andrea Andreu, investigadora, intérprete y creadora, quién mostró su madurez artística y su bien ganado prestigio como una de las más destacadas discípulas de Margot Loyola. De hecho, en la oportunidad, rindió un sentido homenaje a “la Maestra de Chile” junto a su talentosa hermana la ´pianista Silvia Andreu, interpretando desde la voz de cantora – cantando en décimas- cuecas y tonadas de la obra de recopilación de la Loyola.
La noche de este viernes tuvo también un momento de virtuosismo con la participación del trío “A Cuerda Nomá”, formando por los hermanos Olga y Lorenzo Cornejo y del venezolano Jesús Durán. La excelencia interpretativa emocionó a la audiencia del teatro del Duoc UC, con un repertorio propio y con temas de Colombia, Argentina y Brasil. Nunca antes la Mandolina en manos de Olga, la guitarra en la exquisitez de Lorenzo y el talento del Cuatro de Jesús, tuvieron mejor domicilio como en esta noche de conciertos.
El cierre tuvo el sello del destacado músico uruguayo Leo Melo, que junto a su banda “Cueros y Pieles” llenaron el escenario con la fuerza del candombe oriental del Uruguay. La fuerza de los tambores estremeció el sismógrafo del teatro y con su ritmo sincopado no dejaron indiferentes a los asistentes que aplaudieron con entusiasmo. Un fin de viernes que quedará en la memoria de los asistentes del primer festival internacional de la música originaria del continente.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here