LUIS SEPÚLVEDA

Señor Director:

La madrugada  ayer trajo finalmente otra noticia triste: el escritor Luis Sepúlveda, acostumbrado en su vida a dar todas las peleas del mundo con su multifacética y asertiva pluma, perdió la propia. A manos del coronavirus partió desde Oviedo, España, quien fuera autor de más de una veintena de novelas, libros de viaje y comenzado a escribir en su adolescencia. Quien también entregara todos sus esfuerzos durante el gobierno del presidente Salvador Allende en la publicación de una colección de clásicos de bolsillo para que llegaran al gran público. Quien fuera finalmente convertido en fenómeno editorial internacional —con miles de lectores en Italia, Francia y Alemania, traducido a 20 idiomas—  con Un viejo que leía novelas de amor, publicado en 1993. Hasta entonces, en sus muchas vidas anteriores, Sepúlveda había sido protagonista de sus propios textos, con una biografía digna de varias novelas. Algunas de sus obras fueron  adaptadas al cine, como Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

Desde La Mesa de Don Camilo, integrada por periodistas de ya larga trayectoria, subrayamos que Sepúlveda definía a la buena novela como “la historia de los perdedores, porque a los ganadores les escribieron su propia historia y toca a los escritores ser la voz de los olvidados”.

En el mundo del periodismo fue un activo y entusiasta columnista de Le Monde Diplomatique y de la Editorial “Aun Creemos en los Sueños”. Luis Sepúlveda fue orgulloso de su identidad y muy solidario con sus colegas de la prensa.

Creemos, en consecuencia, que Chile no solamente pierde a uno de sus mejores exponentes literarios, también es el instante para la evocación y la relectura de su obra, matizada tanto de empatía íntima como denuncia abierta de la realidad.

 

LA MESA DE DON CAMILO

Enrique Martini, Marcia Scantlebury, Víctor de la Fuente, Sergio Campos, Lidia Baltra, Jorge Andrés Richards, María Angélica Beas, Fernando Reyes Matta, Felipe de la Parra, Marcel Garcés, Federico Gana, Miguel Davagnino, Erasmo López y Christian Ruiz.

 

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